Bull Run, Bull Run, Bull Run… probablemente las palabras más sonadas durante las últimas semanas en nuestro exchange llamado BINANCE. Pero también suena en otros como BIGET. Para muchos, y más en estos días, las ALTCOINs nos han decepcionado. El bull run se trata de un sueño, de un deseo, de una promesa incumplida. Ya la mayoría de los inversores están convencidos de que lo del bull run no es otra cosa que una estrategia para que los inversionistas sigamos metiendo dinero en las monedas. Los decepcionados creen que se trata de una falsa promesa. A otros les quita el sueño por estos días de elecciones en los EE. UU. y un BITCOIN que no vuelve a los 60 mil dólares. De aquí a los 80 mil dólares, comentan no los charlatanes sino los que llevan años estudiando a BITCOIN. Los más optimistas soñamos con él. Total, soñar es gratis y, siempre y cuando no afecte nuestra percepción de la realidad, es agradable que nuestras monedas se multipliquen por cien. Una nueva casa, el auto nuevo, las cosas materiales que, aunque no son una garantía de felicidad, nos alegran parte de la vida. Pensamos en la familia, en esta Navidad dar buenos regalos, porque un bull run es como ganarse la lotería si tienes un buen dinero invertido. Mil dólares se convierten en diez mil y diez mil dólares en cien mil o más. Y quienes lograron poner 30 mil dólares pudiesen fácilmente en un bull run meterse medio millón de dólares. Así que los optimistas disfrutamos ese sueño. Total, como dije antes: soñar no cuesta un centavo y ya después de llevar tanto palo nos lo vamos mereciendo.

Nadie sabe con certeza qué lo provocará, me refiero al bull run. Yo creo con el corazón y con el alma que si Donald Trump gana y terminamos la guerra en Europa, tendremos nuestro anhelado bull run. Estoy convencido de que llegará cuando menos lo esperemos y llegará de la mano de inversores institucionales con ganas de hacer dinero rápido. Y eso puede y parece estar cerca. Si BITCOIN sube a los 80 mil dólares, vendrán por las ALTCOINs y al meter una montaña de dinero aquí, tendremos bull run. Será como si nos hubiéramos ganado la lotería.

¿Pero qué es un bull run? Básicamente, el bull run, o corrida de toros, es eso… una subida increíblemente grande de precios como la que muchos vivieron a finales de 2017 e inicios del año 2018. Fue una temporada de nuevos adinerados, créame que sucedió, y mucha gente se despertó viendo cómo su dinero se multiplicó exponencialmente. Me cuenta Red, el hijo de un corredor de bolsas de medio siglo de experiencia, que lo llamó a las 3 de la mañana borracho y loco y le dijo: “Hijo, tenemos 300 mil dólares para gastarlos a lo grande”. Red, el rojo como aún le decimos sus amigos, tenía 16 años, y su padre, que no era un irresponsable y sabía cómo mover el dinero, terminó multiplicando sus 300 mil dólares comprando acciones de IBM que triplicaron los 300 mil dólares y lo llevaron a vivir a EE. UU., Carolina del Norte, donde aún vive y sigue siendo contratista del Pentágono, a quien le suministra equipos de informática e internet satelital a las bases estadounidenses dispersas por el mundo. No puedo asegurar cuándo habrá otro bull run. Han pasado muchos años desde que se terminó el que llenó de dinero al padre de mi amigo. El bull run de 2021 terminó en diciembre de ese mismo año, cuando los inversores comenzaron a perder confianza en el mercado de las criptomonedas. Pero para esa Navidad ya muchos se habían forrado de dinero. Si la historia se repite, es probable que en unos años se recuerde el bull run del 2024, que culminaría en diciembre. Jamás se alinearon todas las condiciones para que suceda. Se impone BITCOIN sobre las ALTCOINs, luego se invierte la dominancia y las ALTCOINs comienzan a crecer. Donald Trump y toda la liquidez en el mercado serán el mayor catalizador del bull run, posiblemente este mismo mes. Quién sabe, todo apunta a que sí. No perdemos nada con ser optimistas, a estas alturas todos deben tener ALTCOINs compradas a precios miserables en agosto, están forrados, los que compraron en las caídas les espera una navidad abundante. Recemos al Dios del dinero para que sea generoso y nos regale está histórica subida que está a puerta.

La foto corresponde al toro que se ubica en un parque cerca de la Bolsa de Nueva York. Contrario a lo que la gente cree, no es un símbolo que representa la tendencia alcista, sino más bien una crítica a la crisis del 87 en EE. UU. El artista intentó simbolizar el poder del pueblo frente a las instituciones financieras y llegó incluso a colocar la escultura frente a la Bolsa como protesta. Finalmente, esta fue llevada a un parque cercano. Este toro nos representa más a los que estamos aquí metidos buscando un futuro alejado del control bancario y donde podamos tener un control real sobre nuestro dinero que a los inversionistas de bolsa tradicionales. El criptomercado es el presente de la libertad económica, pero hay que ponerle freno a los vividores y manipuladores. Queremos un mercado saludable, libre de oportunistas y corruptos. Eso llegará, así como el bull run llegará también.

Jorge Ferrer

Licenciado en Administración de Empresas