El 17 de septiembre, Jan van Eck, director ejecutivo de la gestora de activos global Van Eck Associates Corp, fue entrevistado en Bloomberg Radio, donde compartió sus preocupaciones sobre la situación fiscal en Estados Unidos. Destacó que el déficit fiscal del país había alcanzado máximos históricos, incluso con un bajo desempleo. Según van Eck, esta evolución es significativamente diferente de períodos anteriores en los que los déficits eran igualmente preocupantes, pero a menudo se aliviaban con intervenciones del banco central. Señaló ejemplos como Japón, que ha logrado retrasar las consecuencias económicas a pesar de mantener altos niveles de deuda durante más de 20 años.

En opinión de Van Eck, Estados Unidos no puede continuar con sus niveles actuales de gasto, en particular después de haber presenciado una inflación impulsada por los gastos gubernamentales. Sugirió que, independientemente de la situación política, el gasto tendrá que disminuir. Van Eck señaló que, en el pasado, las discusiones sobre el déficit estadounidense a menudo se desvanecían debido a que los bancos centrales compraban deuda. Sin embargo, esta vez, cree que será necesario frenar el gasto, una medida que podría desacelerar la actividad económica.

Durante la conversación, el presentador de Bloomberg Radio, Barry Ritholtz, cuestionó la opinión de Van Eck al referirse a cómo Japón ha operado con una carga de deuda significativa sin mayores consecuencias económicas. Van Eck respondió que, si bien es cierto que Japón ha gestionado su deuda, es probable que Estados Unidos tenga que reducir su gasto pronto, ya que no se pueden ignorar las presiones inflacionarias causadas por los altos niveles de gasto recientes. Señaló que entre 2022 y 2024, el alto gasto público ayudó a prevenir una recesión, pero que continuar con ese enfoque puede no ser sostenible.

Van Eck también comentó sobre el panorama político y su posible impacto en las políticas fiscales futuras. Señaló que es poco probable que se presenten futuros paquetes de gasto de un billón de dólares a menos que haya un cambio político drástico. Incluso dentro de la actual administración, sugirió que un mayor gasto a gran escala enfrentaría oposición debido a las preocupaciones sobre la inflación. Hizo referencia a las opiniones de Larry Summers, quien había sostenido que la inflación persistiría y requeriría un desempleo significativo para controlarla. Aunque la inflación resultó ser transitoria, duró más de lo previsto, lo que complicó aún más los esfuerzos para gestionar la política fiscal.

Van Eck también abordó la posibilidad de que el gasto siga siendo elevado. Si bien algunos analistas sostienen que los mercados podrían seguir prosperando, Van Eck expresó su convicción de que es más probable que se produzca una reducción del gasto público. Destacó que ya se han aprobado varias leyes importantes, entre ellas el proyecto de ley de infraestructura y la Ley de Reducción de la Inflación, por lo que es poco probable que se promulguen en el futuro cercano paquetes de gasto de escala similar.

En cuanto a las inversiones, Van Eck destacó la importancia de poseer activos que puedan protegerse contra la inestabilidad fiscal. Señaló al oro y al bitcoin, que recientemente alcanzaron máximos históricos, como activos clave para capear posibles turbulencias económicas. Curiosamente, Van Eck señaló que, a pesar del sólido desempeño de estos activos, parecía haber menos “alcistas del bitcoin o del oro” en la conferencia Future Proof a la que asistió. Este cambio en el sentimiento entre los inversores le llamó la atención, lo que sugiere que el panorama de la inversión podría estar cambiando.

Cuando se le preguntó qué indicadores estaba observando para monitorear la situación, van Eck señaló las métricas técnicas tanto del oro como del bitcoin. Explicó que el repunte de estos activos está vinculado a las preocupaciones sobre la política fiscal, mientras que los mercados de valores han sido impulsados ​​por el auge de la inteligencia artificial y el sólido desempeño de varias grandes empresas. Aunque sigue siendo optimista sobre las acciones estadounidenses, advirtió que los inversores también deben ser conscientes de los riesgos derivados de la turbulencia fiscal.

De cara al futuro, Van Eck se mostró optimista sobre el futuro económico de la India y predijo que la economía de la India superará a la de Europa continental en el próximo decenio. Reconoció las preocupaciones sobre las valoraciones en los mercados indios, pero sostuvo que la rápida digitalización del país y el dominio de dos empresas de telecomunicaciones en el control del acceso a Internet presentan oportunidades de inversión atractivas.

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