En el marco del evento TOKEN2049 en Singapur, Charles Hoskinson, cofundador y director ejecutivo de Input Output (IOHK), analizó el futuro de las criptomonedas, centrándose en la próxima generación de activos digitales y su camino hacia la adopción generalizada. Durante la entrevista con Annabelle Droulers de Bloomberg TV, Hoskinson describió la evolución del espacio de las criptomonedas, los principales desafíos que aún quedan por abordar y cómo Cardano encaja en el ecosistema de criptomonedas más amplio.

Hoskinson comenzó explicando que la industria se encuentra actualmente en la “parte media de la tercera generación de criptomonedas”. Clasificó la progresión del espacio criptográfico en cuatro generaciones distintas. La primera generación fue Bitcoin, que introdujo el concepto de moneda digital descentralizada. La segunda generación fue Ethereum, que puso en primer plano los contratos inteligentes programables. La tercera generación, representada por plataformas como Solana, Cardano, Tezos y Polkadot, se centra en abordar los desafíos de escalabilidad, gobernanza e interoperabilidad. Enfatizó que, si bien se han logrado avances significativos en gobernanza y escalabilidad, los dos obstáculos restantes para que “billones de dólares” de activos del mundo real fluyan al espacio son la privacidad y la identidad.

Estos dos temas, privacidad e identidad, son cruciales para la adopción generalizada porque permiten la regulación y la resolución de disputas. Por ejemplo, los mecanismos de identidad permitirían a los usuarios recuperar sus criptomonedas en caso de pérdida de una clave, mientras que la privacidad permite a las empresas mantener la confidencialidad en áreas como registros médicos, contratos y otros datos sensibles. Según Hoskinson, una vez que se aborden por completo la privacidad y la identidad, las criptomonedas tendrán la infraestructura necesaria para llevar a “los próximos mil millones de personas al espacio de las criptomonedas” en 2025 o 2026.

En cuanto a Cardano, Hoskinson destacó los aspectos únicos del recorrido de la cadena de bloques. Cardano, que comenzó en 2015, se encuentra ahora en la tercera generación de criptomonedas, centrándose en gran medida en la escalabilidad, la interoperabilidad y la gobernanza. Hoskinson señaló que la gobernanza ha sido un foco importante durante los últimos dos años, con Cardano trabajando activamente en la construcción de estructuras de gobernanza descentralizadas. Este es un proceso desafiante que requiere la coordinación de personas de más de 100 países para crear una constitución en cadena y establecer una representación justa en la toma de decisiones.

Explicó que la gobernanza en el espacio blockchain es fundamentalmente diferente de los modelos tradicionales de gestión de productos. En los sistemas centralizados, como Apple con el iPhone o Microsoft con Windows, la empresa tiene control total sobre el desarrollo y la dirección de sus productos. En cambio, los sistemas descentralizados, como Cardano, requieren que los titulares del protocolo participen en las decisiones de gobernanza. Este modelo de gobernanza descentralizada es complejo, especialmente cuando se trata de alinear a personas de diversas culturas y regiones, pero es esencial para crear un ecosistema sostenible a largo plazo.

Hoskinson continuó explicando que las estructuras de gobernanza descentralizada que Cardano ha construido no son solo teóricas. Señaló a Midnight, un proyecto dentro del ecosistema de Cardano enfocado en crear contratos inteligentes privados e integrar la identidad. Este proyecto tiene como objetivo abordar la "última milla" para la adopción empresarial al permitir la regulación automatizada y las interacciones comerciales seguras. Hoskinson enfatizó que la privacidad y la identidad serán fundamentales para hacer que las criptomonedas sean más amigables para las empresas, lo que permitirá a las empresas adoptar la tecnología blockchain con confianza.

Cuando se le preguntó si la estructura de gobernanza descentralizada única de Cardano es positiva o negativa para la adopción institucional, Hoskinson afirmó firmemente que es un "enorme positivo". Explicó que la gobernanza descentralizada aporta consistencia y confiabilidad al ecosistema, lo cual es crucial para las instituciones. Utilizando el colapso de FTX y su ex CEO Sam Bankman-Fried como ejemplo, Hoskinson argumentó que centralizar demasiado poder en manos de un individuo u organización puede llevar a consecuencias desastrosas. Por el contrario, un modelo descentralizado garantiza que ningún actor tenga demasiado control, creando un sistema más resistente.

Hoskinson comparó el modelo de gobernanza de Cardano con la Fundación Linux, donde cientos de empresas y miembros se unen para trabajar en pos de un interés común. En esta configuración, incluso empresas competidoras como IBM y Microsoft pueden colaborar para apoyar el ecosistema más amplio, gracias a la estabilidad y equidad de la estructura de gobernanza. Hoskinson subrayó que este tipo de coherencia es lo que los gobiernos y las instituciones requieren antes de adoptar la tecnología blockchain. Ningún estado-nación, argumentó, implementaría un sistema de votación o cualquier otra infraestructura crítica en una blockchain a menos que pueda confiar en que el sistema existirá a largo plazo y se regirá de manera justa y eficiente.

A medida que avanzaba la entrevista, Droulers planteó la cuestión de la competencia entre diferentes cadenas de bloques, en particular entre Cardano y Solana. Hoskinson respondió sugiriendo que la cuarta generación de criptomonedas traerá una mayor colaboración entre cadenas de bloques. Cree que los modelos de consenso de múltiples recursos permitirán que las recompensas por participación se paguen en múltiples cadenas de bloques, lo que creará un incentivo financiero para que estas redes trabajen juntas en lugar de competir. En opinión de Hoskinson, los incentivos financieros son clave para fomentar las asociaciones entre diferentes ecosistemas de cadenas de bloques. Señaló que "la gente tiene que ver el valor emergente en las relaciones", y que la actual tokenomics de muchas criptomonedas crea una atmósfera competitiva, en lugar de cooperativa.

Al analizar el crecimiento de la industria, Hoskinson expresó su asombro por la rapidez con la que ha evolucionado el sector, y señaló que en tan solo 15 años, la industria ha pasado de ser una persona que creaba Bitcoin a una “industria gigantesca que mueve entre 450.000 millones y 2 billones de dólares”. Atribuyó este rápido crecimiento a la coordinación descentralizada inherente a la tecnología blockchain, y enfatizó que el futuro del sector dependerá de un mayor desarrollo de estos mecanismos de coordinación.

Droulers también planteó la cuestión de la dilución de tokens, mencionando que solo en 2024 se habían emitido millones de nuevos tokens. Hoskinson reconoció que esto podría ser un desafío, pero expresó su confianza en la propuesta de valor a largo plazo de Cardano. Enfatizó que Cardano tiene una de las comunidades más leales y evangelistas del espacio. Señaló que la estructura de gobernanza descentralizada de Cardano, con su tesorería de $ 600 millones, pronto permitirá a la comunidad realizar inversiones estratégicas para promover el crecimiento. A diferencia de otros proyectos que han experimentado un crecimiento "efímero" impulsado por grandes fundaciones que se donaron miles de millones de dólares, el crecimiento de Cardano está arraigado en creencias filosóficas profundas y de largo plazo sostenidas por su comunidad.

Hoskinson cerró la entrevista reflexionando sobre cómo, al igual que los primeros entusiastas de Bitcoin, la comunidad de Cardano no solo está interesada en el dinero, sino que está profundamente comprometida con la visión y el mensaje del proyecto. Señaló que muchos partidarios de Cardano estaban allí cuando ADA valía solo unos pocos centavos y continúan apoyando la red independientemente del valor del token, lo que demuestra la creencia duradera en el potencial del proyecto.