En un desarrollo significativo para el paisaje de las criptomonedas, se ha informado que la minería de Bitcoin ahora utiliza más del 50% de fuentes de energía renovable. Este hito se alinea con las declaraciones hechas por Elon Musk, CEO de Tesla, quien anteriormente indicó que el fabricante de vehículos eléctricos reconsideraría aceptar Bitcoin como método de pago una vez que el uso de energía limpia en la minería de Bitcoin alcanzara este umbral.

Análisis recientes muestran que aproximadamente el **56%** de los mineros de Bitcoin ahora están alimentados por energía renovable, marcando un aumento notable en la sostenibilidad de la red. Este cambio refleja una tendencia más amplia dentro de la industria hacia prácticas más ecológicas, impulsadas tanto por presiones regulatorias como por la demanda del mercado de operaciones ambientalmente responsables. Daniel Batten, un analista ambiental especializado en Bitcoin, destacó que esto representa un aumento del 6% con respecto a cifras anteriores, subrayando el rápido progreso que se está logrando en la reducción de la huella de carbono asociada con la minería de criptomonedas.

La aceptación inicial de Bitcoin por parte de Musk para la compra de vehículos Tesla en 2021 fue efímera debido a preocupaciones sobre el impacto ambiental de las operaciones mineras. Tras una reversión de esta política, declaró que Tesla solo reanudaría las transacciones de Bitcoin una vez que los mineros pudieran demostrar un compromiso con prácticas de energía sostenible. Con los datos recientes que muestran que el uso de energía limpia ha superado el 50%, la especulación está aumentando sobre si Tesla reinstaurará Bitcoin como una opción de pago.

Este desarrollo no solo significa un posible cambio en las políticas de pago de Tesla, sino que también subraya el creciente reconocimiento del papel de Bitcoin en la promoción de soluciones de energía renovable. A medida que los mineros recurren cada vez más a fuentes sostenibles, hay optimismo de que esta tendencia continuará, mejorando aún más las credenciales ambientales de Bitcoin y potencialmente llevando a un renovado interés corporativo e inversión en el mercado de criptomonedas.