Según PANews, si bien algunos empleados en el extranjero reciben salarios en bitcoins, esta práctica no es común en Hong Kong. La Ordenanza de Empleo de la región exige que los salarios se paguen en moneda de curso legal y, dado que las criptomonedas no se reconocen como moneda legal, pagar salarios en bitcoins podría violar la ley. Algunas empresas tecnológicas han utilizado bitcoins como bonificación o recompensa, lo que plantea menos problemas legales.
Desde una perspectiva hipotecaria, Bitcoin no se considera un ingreso estable como las bonificaciones. Los bancos suelen calcular los ingresos de un prestatario promediando las bonificaciones recibidas a lo largo de dos años para determinar la relación deuda-ingreso (DTI), que puede permitir una hipoteca de hasta el 90%. Sin embargo, dado que Bitcoin no es de curso legal, incluso si los empleados lo reciben constantemente como bonificación o lo declaran a efectos fiscales, los bancos no lo aceptarán. Los prestatarios deben basarse en los salarios, bonificaciones y comisiones pagadas en moneda legal para calcular la DTI.
Actualmente, los bancos de Hong Kong no reconocen Bitcoin. Solo aceptan efectivo, acciones, moneda extranjera, propiedades de Hong Kong, fondos y bonos. Algunos bancos aceptan pólizas de seguro sin primas como activos, pero no hay casos exitosos que involucren a Bitcoin debido a que los bancos no lo reconocen. El único método viable es convertir la criptomoneda en efectivo y usarla como pago inicial o solicitar una hipoteca en función de los niveles de activos. Según las últimas regulaciones, esto podría permitir un préstamo de hasta el 70%.
Es importante tener en cuenta que, si se convierten criptomonedas en efectivo para una solicitud de hipoteca sobre activos, algunos bancos exigen que los fondos se mantengan en una cuenta durante más de tres meses y exigen extractos bancarios. Si estos extractos muestran que los fondos se originaron a partir de ventas de criptomonedas, los bancos pueden investigar la fuente debido a posibles riesgos de lavado de dinero. Esto podría dar lugar a rechazos de hipotecas o incluso cierres de cuentas para mitigar los riesgos.