La comisionada de Bolsa y Valores de EE. UU., Caroline Crenshaw, ha aparecido en el punto de mira de la industria de las criptomonedas, incluido el director ejecutivo de Ripple, Brad Garlinghouse, antes de su reconfirmación.
En una serie de publicaciones en las redes sociales, Katie Biber, directora jurídica de Paradigm, destacó recientemente las opiniones anti-cripto de Crenshaw, calificándola de "burócrata irresponsable".
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Garlinghouse respondió al hilo de Biber afirmando que le gustaría ver más acciones, no solo palabras, de los legisladores después de asistir a una mesa redonda sobre criptomonedas organizada por el congresista Ro Khanna a principios de esta semana.
Crenshaw tomó posesión de su cargo en agosto de 2020 después de ser confirmado por unanimidad por el Senado.
Su mandato finalizó en junio, pero podría continuar en el cargo hasta 2026 si no hay otro candidato que pueda reemplazarla.
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Crenshaw ganó notoriedad dentro del espacio de las criptomonedas debido a su postura aparentemente anti-cripto.
Por ejemplo, Crenshaw y el comisionado de la SEC, Jaime Lizárraga, fueron las dos voces disidentes que votaron en contra de la aprobación de los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin al contado en enero. Crenshaw expresó su preocupación por el alto nivel de fraude en el mercado de las criptomonedas, argumentando que la aprobación de dichos productos podría poner en peligro la protección de los inversores. Dijo que el mercado de criptomonedas "parece ser una placa de Petri de conducta fraudulenta", ya que no existe una supervisión del sistema.
"Incluso Gary Gensler cedió ante esta conclusión obviamente correcta del Circuito de DC. Pero no Caroline Crenshaw. En este desacuerdo, ella se retorció para justificar el desacato de la orden explícita de la Corte", dijo Biber.
El ex senador estadounidense Pat Toomey dijo recientemente que los republicanos del Comité Bancario del Senado deberían "hacer todo lo posible" para bloquear la nominación de Crenshaw a la SEC.
