El 19 de marzo, BlackRock informó a la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) sobre la creación de un nuevo fondo institucional digital en dólares estadounidenses. Este fondo, con una inversión mínima de 100.000 dólares y expectativas de 525.000 dólares en comisiones de ventas, es un paso hacia la integración de las finanzas tradicionales con DeFi.
Securitize, una empresa líder en tokenización de activos reales (RWA), ha sido seleccionada como beneficiaria de la compensación por ventas.
Larry Fink, CEO de BlackRock, ha propuesto un cambio estructural en el sector financiero mediante la tokenización de activos financieros.
Este cambio implica que cada acción y bono estaría vinculado a un identificador único en un sistema de registro común.
Este enfoque de BlackRock en la tokenización y su participación en DeFi y Web3, especialmente con el inicio de su nuevo fondo, plantea dudas sobre las criptomonedas que proporcionan la infraestructura para estas iniciativas.
En este contexto, las criptomonedas como VeChain, Chainlink, IOTA y Ethereum podrían verse afectadas de varias maneras:
VeChain podría desempeñar un papel importante como intermediario entre los activos físicos y su equivalente digital, mejorando la capacidad de rastrear y verificar la autenticidad de los activos digitales.
Chainlink puede brindar un servicio esencial a través de oráculos confiables que brindan a los contratos inteligentes información precisa del mundo físico, crucial para la gestión de activos digitales.
IOTA, centrada en Internet de las cosas (IoT), está preparada para ampliar su uso en la verificación y seguimiento de activos físicos digitalizados, que abarcan desde obras de arte hasta propiedades.
Ethereum, como plataforma líder para el desarrollo de tokens y aplicaciones descentralizadas, anticipa un crecimiento en su uso a medida que se digitalizan más activos financieros en su blockchain.
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La participación de BlackRock en este campo confirma que blockchain y la tokenización son herramientas financieras para el futuro y podrían impulsar la adopción de criptomonedas y tecnologías asociadas por parte de entidades institucionales.
Esto daría como resultado una expansión en la amplitud y profundidad del mercado de activos digitales y las finanzas descentralizadas (DeFi).
El debate sobre la adaptación y los beneficios que se obtendrán al proporcionar la infraestructura a las criptomonedas subraya el cambio constante y el rápido desarrollo del sector de las criptomonedas y DeFi.
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