¿Ves las diferencias?
Por un lado tenemos el sistema tradicional, representado en esta imagen por el G7.
No es una foto reciente como puedes ver, los más atentos de ustedes habrán reconocido por ejemplo a Boris Johnson (ex primer ministro del Reino Unido) o a Mario Draghi (ex primer ministro italiano y ex presidente del BCE).
Por otro lado tenemos un conjunto de procesadores que minan Bitcoin.
Las especificaciones no son importantes aquí, yo tampoco soy un experto en minería de bitcoin.
La importancia radica en saber cómo elegir tu propio destino. Por mucho que piense que cada individuo puede elegir qué armas usar para luchar por su futuro, no puede ser completamente el arquitecto de su propio destino, ya que la vida está compuesta por un conjunto complejo de eventos incluso más allá de nuestro control y aquellos que piensan que son los dueños de su propio destino pronto incurrirán en errores (lee el libro 'Los Hijos de Húrin' de Tolkien y entenderás mucho más).
Así que elige cómo manejar tu destino, elige lo que crees que es mejor para ti y para las personas que amas.
Porque sí, el dinero en la sociedad en la que vivimos marca la diferencia.
Tener o no tener dinero significa tener o no tener la libertad financiera para cambiar de trabajo y encontrar algo mejor, significa poder criar a tus hijos mejor, significa no sobrevivir sino vivir, significa poder ayudar a tu familia, significa poder comprar la comida que deseas, la casa que deseas, el coche que deseas.
En algunos países, tener dinero también significa poder costear tratamiento médico.
Así que sí, elige lo que crees que es más justo y seguro para ti. No puedes detener el Bitcoin, siempre será utilizado cada vez más ampliamente. Y desde que nació ha crecido a pesar de los mercados bajistas.
El Bitcoin es escaso, está definido en 21 millones, es libre de barreras políticas y económicas, es un mercado abierto 24/7. Las monedas fiat son ilimitadas, sufren inflación, sufren las elecciones políticas y económicas de sus países. Pero sobre todo, los Bitcoins que tienes en tu billetera son tuyos, no tienes que pedirle a nadie que los use.
¿Estás seguro de que el dinero que tienes en el banco es realmente tuyo?