Jack Mallers, fundador y director ejecutivo de la startup de Bitcoin Strike, comenzó su discurso de apertura en BTC Praga 2024 enfatizando el tema de mejorar la comprensión de Bitcoin. Mallers reconoce las preguntas frecuentes sobre las diferencias entre Bitcoin y otras criptomonedas, como Ethereum y Solana, y la posibilidad de un "volteo" en el que otra criptomoneda pueda superar a Bitcoin.

Mallers titula ambiciosamente su charla "No hay un segundo mejor" y pretende explorar en profundidad las diferencias entre Bitcoin y todas las demás criptomonedas.

Mallers explica que el principal diferenciador entre Bitcoin y otras criptomonedas es el uso de prueba de trabajo. Según Mallers, Bitcoin es la única criptomoneda importante que utiliza prueba de trabajo, un mecanismo de consenso fundamental para garantizar la confianza y la seguridad sin depender de un tercero confiable. Mallers atribuye la importancia de la prueba de trabajo a Satoshi Nakamoto, quien afirmó que es la única solución para hacer que el efectivo electrónico entre pares funcione sin un tercero de confianza.

Mallers destaca que comprender la prueba de trabajo es esencial para comprender Bitcoin. Continúa describiendo la era digital en la que vivimos, donde las representaciones virtuales de la realidad no son la realidad misma sino abstracciones. Mallers utiliza la analogía de un mapa y un territorio para explicar que las herramientas digitales pueden mapear nuestro mundo y ofrecer nuevas perspectivas, pero siguen siendo herramientas, no sustitutos del mundo que representan.

Mallers explica además que las computadoras y las tecnologías digitales son abstracciones de nuestra mente y reflejan el significado que asignamos a los circuitos. Compara la ejecución de un programa de computadora con un actor interpretando un guión, enfatizando que el hardware y los cálculos son reales, pero las experiencias creadas son abstractas. Mallers subraya que nada en el ciberespacio existe físicamente; más bien, los objetos digitales son abstracciones que pueden manipularse.

Mallers utiliza el ejemplo de Mark Zuckerberg para ilustrar el concepto de poder abstracto en la era digital. Explica que, si bien Zuckerberg no tiene poder físico sobre los individuos, ejerce un poder abstracto significativo a través de las redes sociales, influyendo en pensamientos, acciones y relaciones. Mallers contrasta el poder abstracto con el poder físico, que es tangible y está sujeto a las leyes de la física, como la fuerza militar o los activos físicos como el oro.

Mallers describe la transición del dólar estadounidense del patrón oro (una restricción física) a un patrón fiduciario (una realidad abstracta), ilustrando cómo el poder abstracto puede ser eficiente y seguro, pero carece de límites físicos y requiere confianza. Señala que históricamente se han producido abusos de confianza, lo que hace que el poder abstracto sea potencialmente explotador.

Mallers menciona a Adam Back, quien creó hash cash para abordar el problema del correo no deseado al exigir prueba de trabajo, imponiendo así costos físicos a las acciones virtuales. Mallers enfatiza que la prueba de trabajo conecta el mundo físico con el ámbito virtual, convirtiéndolo en la única cosa físicamente real en una pantalla digital. Explica que Satoshi Nakamoto utilizó prueba de trabajo para crear Bitcoin, asegurando que la actualización del libro mayor de Bitcoin requería resolver una función de costo hash, protegiendo así el efectivo digital con energía física.

Mallers detalla cómo la prueba de trabajo es inclusiva, descentralizada y verificable, lo que proporciona un medio seguro y pacífico para proteger Bitcoin. Contrasta esto con la prueba de participación, que, según él, se basa en una realidad abstracta, que carece de las limitaciones físicas que hacen que Bitcoin sea seguro.

Mallers reprodujo un vídeo de Vitalik Buterin, el creador de Ethereum, quien describe la prueba de participación como un sistema que permite crear un universo simulado con sus propias leyes de la física. Mallers critica este enfoque, argumentando que separa la criptomoneda de la realidad física y la somete a dinámicas de poder abstractas.

Mallers afirma que Ethereum y otras altcoins, que no utilizan prueba de trabajo, no están ligadas a la realidad física y son susceptibles de manipulación por parte de entidades como BlackRock. Sostiene que la dependencia de Bitcoin de la prueba de trabajo garantiza que pueda ser defendido por actores honestos que utilizan el poder físico, mientras que los sistemas de prueba de participación dependen de la confianza en aquellos que tienen la mayor cantidad de monedas.

Mallers concluye enfatizando que Bitcoin es equitativo y justo, contrastándolo con los cambios de reglas previos a la minería de Ethereum que concentran el poder entre unos pocos. Afirma que las altcoins con frecuencia alteran sus políticas monetarias e incluso revierten transacciones, lo que socava su credibilidad.

Para terminar, Mallers destaca la importancia de educar a la gente sobre las distinciones entre Bitcoin y otras criptomonedas. Reitera que comprender Bitcoin significa comprender la prueba de trabajo y declara que no existe un segundo mejor en el mundo de las criptomonedas.