Los demócratas apoyan a Bitcoin a medida que la criptomoneda gana poder político

Bajo el liderazgo del presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), Gary Gensler, ha habido un escepticismo significativo hacia las criptomonedas. Gensler, designado por el presidente Joe Biden, se opone al proyecto de ley FIT21 aprobado por la Cámara de Representantes, reforzando su postura cautelosa sobre las regulaciones criptográficas. Los representantes del lobby de la industria argumentan que la influencia de Gensler moldea la perspectiva de muchos legisladores demócratas, quienes a menudo dependen de expertos regulatorios designados por el partido para su conocimiento de asuntos financieros.

Las criptomonedas están ganando cada vez más aceptación dentro del Partido Demócrata, lo que indica que el escepticismo anterior ha cambiado significativamente. La ley FIT21, aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos con 279 votos a favor y 136 en contra, simboliza este cambio. En particular, el hecho de que 71 legisladores demócratas apoyen la ley marca un cambio significativo en la actitud del partido hacia las regulaciones criptográficas. Ryan señala que sus colegas demócratas ahora están dispuestos a abordar de manera proactiva las cuestiones criptográficas en lugar de dejarlas únicamente en manos de la administración Biden y los reguladores financieros.

Ryan también enfatiza que es deber constitucional del Congreso, no sólo de los reguladores, establecer marcos de políticas a largo plazo. Si bien el mandato de Gensler finaliza en junio de 2026, Ryan aboga por que el Congreso asuma un papel más activo en la configuración del enfoque nacional hacia las monedas digitales.

La creciente aceptación de las criptomonedas no sólo se limita al Partido Demócrata sino que también resuena entre los republicanos. El expresidente Donald Trump ha estado promoviendo la minería nacional de Bitcoin y la integración de las criptomonedas en sus actividades financieras, llamándose a sí mismo el "criptopresidente". Este interés bipartidista sugiere que podría tener importantes impactos futuros en el panorama regulatorio.