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Los impactos de la crisis climática son cada vez más difíciles de ignorar. Sin embargo, nuestros enfoques para monitorear y abordar este desafío existencial a menudo parecen obsoletos e inadecuados. Los modelos climáticos de décadas de antigüedad en los que confiamos tienen limitaciones significativas y no proporcionan los datos hiperlocales, en tiempo real y completos que necesitamos.

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Los primeros modelos climáticos estaban limitados por la potencia informática de la época, incapaces de incorporar muchos procesos físicos críticos o ejecutarse a altas resoluciones espaciales. La comprensión científica de componentes clave como las nubes, los océanos, el hielo y el ciclo del carbono también era incompleta. Estos modelos lucharon con predicciones inexactas, falta de datos de observación para su validación y cuadrículas espaciales toscas que no podían resolver los detalles regionales. Si bien todavía capturaron las tendencias generales del calentamiento global, estas limitaciones obstaculizaron su precisión y confiabilidad.

Además, obtener información valiosa que afecta nuestro bienestar diariamente, como la calidad del aire, los niveles de ruido y la contaminación lumínica, sigue siendo un desafío hoy en día, especialmente en las áreas densamente pobladas en las que muchos de nosotros vivimos hoy debido a los altos costos de infraestructura. Sin embargo, las tecnologías emergentes como web3 y las redes descentralizadas ofrecen un nuevo camino a seguir, basado en la transparencia, la propiedad comunitaria e incentivos alineados para impulsar la creación de infraestructura dedicada, lo que resulta en soluciones climáticas de abajo hacia arriba.

Cómo web3 potencia el monitoreo ambiental a escala

El espíritu de web3 se centra en la descentralización, devolviendo el poder a los individuos y las comunidades. Se trata de liberarse de depender únicamente de enfoques centralizados y permitir la participación directa en sistemas que impactan nuestras vidas.

Para la lucha climática, web3 ofrece una manera de democratizar el monitoreo ambiental, creando un registro más transparente y una estructura de incentivos para la recopilación de datos críticos. Proporciona las herramientas para que los ciudadanos tomen medidas climáticas en sus propias comunidades.

Este enfoque descentralizado contrasta con los actuales modelos centralizados de monitoreo ambiental, donde la recopilación de datos y la toma de decisiones a menudo están muy alejadas de las comunidades impactadas. Web3 permite a los ciudadanos locales apropiarse de los datos ambientales, creando un registro de estos datos a prueba de manipulaciones y de acceso público y permitiendo nuevas estructuras de incentivos para fomentar una participación generalizada.

Los principales ejemplos van desde los efectos de los 70.000 incendios forestales que ocurren cada año en Estados Unidos, como lo experimenté de primera mano viviendo en el Área de la Bahía de San Francisco, hasta el aire tóxico que respiramos en toda Europa y las áreas más contaminadas del mundo en el Sudeste Asiático. Un enfoque gradual no podrá abarcar las vastas áreas en riesgo, y el público de hoy es más consciente que nunca de los peligros que enfrentamos. Aquí es claramente donde el enfoque distribuido y liderado por los ciudadanos de proyectos impulsados ​​por redes de infraestructura física descentralizadas (DePIN) puede ser transformador.

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DePIN representa un nuevo modelo para implementar infraestructura física al incentivar a los participantes a crear y hacer crecer redes dedicadas. En este caso, la red está formada por sensores climáticos propiedad tanto de inversores en infraestructura como de consumidores conscientes del clima, recompensados ​​con incentivos estratégicamente alineados para recopilar datos. Los participantes pueden ser recompensados ​​con tokens u otros incentivos por aportar datos desde ubicaciones de alto riesgo, alineando intereses individuales y colectivos.

Este concepto de distribución incentivada es una parte clave habilitada por los modelos web3, creando un círculo virtuoso de participación e impacto. Se trata de aprovechar el poder de las tecnologías descentralizadas y alinear incentivos para desbloquear nuevas soluciones a desafíos apremiantes.

Hacer realidad esta visión de una respuesta climática impulsada por web3 no será fácil. Será necesario superar los desafíos relacionados con la calidad, la gobernanza y la accesibilidad de los datos, así como cerrar la brecha entre la web3 y las comunidades ambientales. Pero el potencial para crear un enfoque más ágil, inclusivo, empoderado e impactante ante la crisis climática es inmenso. Al adoptar el espíritu de la descentralización y empoderar a las comunidades para que asuman un papel activo en el monitoreo y la acción ambiental, podemos construir un sistema más resiliente y adaptable para enfrentar el desafío decisivo de nuestro tiempo.

Beneficios y posibilidades de la acción climática impulsada por los ciudadanos

La visión de la acción climática impulsada por web3 es convincente, pero ¿cómo podría ser realmente en la práctica? Los beneficios y posibilidades potenciales son inmensos.

Si bien hoy en día existe el monitoreo de la calidad del aire, a menudo carece de los datos hiperlocales necesarios para comprender completamente nuestro entorno. Una red generalizada de sensores de propiedad comunitaria podría llenar estos vacíos, proporcionando una visión sin precedentes de las amenazas invisibles que nos rodean y una mayor comprensión de cómo abordar sus daños. Al igual que Google Maps revolucionó la navegación, una red de sensores basada en web3 podría transformar nuestra conciencia ambiental colectiva, haciendo que los datos granulares sobre la contaminación del aire, los niveles de ruido y la contaminación lumínica estén al alcance de todos.

Pero el impacto va mucho más allá de la mera toma de conciencia. Esta transparencia de datos puede informar una mejor política climática y crear una nueva rendición de cuentas. Las comunidades que enfrentan daños ambientales descomunales pueden utilizar esta información para defender sus necesidades y exigir regulaciones y cumplimiento más estrictos.

Los casos de uso de Web3 como DePIN abren muchas otras posibilidades para incentivar directamente acciones climáticas positivas. Las personas pueden ganar tokens para generar datos ambientales de alta calidad o reducir de manera mensurable su huella de carbono. Estas recompensas podrían canjearse por productos ecológicos o utilizarse para financiar proyectos locales de sostenibilidad, que son oportunidades que ya estamos explorando.

Reimaginar el monitoreo climático para un cambio significativo

Las limitaciones de los enfoques actuales de monitoreo del clima nunca han sido más claras. Para enfrentar el desafío urgente de la crisis climática, necesitamos un cambio de paradigma en cómo entendemos y respondemos a nuestro planeta cambiante.

Pero hacer realidad este futuro nos requerirá a todos. Necesita la colaboración de tecnólogos y ambientalistas, formuladores de políticas y ciudadanos comunes. Así que considere esto como un llamado a la acción: una invitación a aprender más, a encontrar su lugar en este movimiento vital y a ayudar a correr la voz.

DePIN representa un nuevo y poderoso conjunto de herramientas para la lucha climática. Al empoderar a los miembros de la comunidad con datos y agencia, alinear incentivos para la acción y permitir una comprensión granular, apunta a un futuro en el que podremos movilizar una respuesta verdaderamente global a esta amenaza global.

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Autor: Luca Franchi

Luca Franchi es cofundador y director ejecutivo de Ambient, la red descentralizada de monitoreo ambiental más grande del mundo. Aporta más de dos décadas de liderazgo en crecimiento en varias startups y grandes corporaciones en EE. UU. y Europa (O2 UK, Telefónica, Sky) en verticales empresariales y de consumo.