A mi modo de ver, el futuro verá una transición de las políticas de contención a la inversión en tecnología. La disuasión en sí misma requiere muchos recursos. Por ejemplo, la misma auditoría costará mucho menos. Hay mucha práctica en la resolución de conflictos y momentos de crisis a partir de fuentes abiertas. A menudo, la evidencia sugiere que una brecha tecnológica significativa representa un riesgo para los propios iniciadores de la contención.