La familia de computadoras Copilot+ de Microsoft está remodelando el panorama tecnológico, amenazando el control y la autonomía de los usuarios sobre sus dispositivos.
En las últimas décadas, la revolución de las computadoras personales ha brindado a los usuarios la libertad de personalizar y controlar sus propias experiencias digitales. Sin embargo, esta era puede estar terminando gradualmente para dar paso a un nuevo modelo de negocio estrechamente controlado por corporaciones tecnológicas gigantes.
Apple, y luego Google con Android, están liderando el cambio hacia un modelo de negocio de “muro alto” en el que los usuarios tienen cada vez menos posibilidades de actualizar o reparar los dispositivos y el software que poseen.
Microsoft, que alguna vez fue líder en la protección de la apertura de la informática personal, ahora también está actualizando Windows con un modelo orientado a la nube y a la IA, especialmente a través de su nueva línea de productos “Copilot+ PC”. Las nuevas computadoras que incorporan unidades de procesamiento de IA especializadas, o "NPU" (Unidades de procesamiento neuronal), capaces de realizar más de 40 billones de cálculos por segundo, son una nueva pieza de conexión con el ecosistema de la nube de Microsoft.
Funciones como “Recall” y “Cocreator” requieren una conexión constante a Internet, lo que convierte la PC en una herramienta de recopilación de datos para Microsoft. Incluso el botón "Copilot" del teclado se vuelve inútil sin Internet. Claramente, Microsoft está construyendo un "jardín amurallado" digital donde pueden monitorear, dirigir y controlar la experiencia del usuario en un grado sin precedentes.
Esto es especialmente preocupante cuando se analiza la historia antimonopolio de Microsoft. A finales de la década de 1990, la empresa se vio envuelta en un juicio histórico por abusar de su posición de monopolio en el mercado de PC para exprimir a sus competidores, especialmente en el campo de los navegadores web. Ahora, con la profunda integración de Copilot en el sistema operativo Windows, Microsoft está repitiendo la historia, utilizando su ventaja para moldear el futuro de la IA a su favor.
Si bien los usuarios y las empresas aún pueden elegir otras soluciones de IA, la profunda integración en el sistema operativo le da a Microsoft una ventaja competitiva injusta. Los usuarios que deseen una experiencia de IA perfecta serán conducidos automáticamente hacia los productos de Microsoft.
Sin embargo, el peligro no se limita al monopolio. La función "siempre encendida, siempre mirando" de "Recordar" plantea una grave amenaza a la seguridad y la privacidad. La información empresarial confidencial se puede transferir continuamente a los servidores de Microsoft sin un control claro.
Lo preocupante es que la capacidad de los reguladores para intervenir parece estar disminuyendo a medida que los "gigantes" tecnológicos aumentan cada vez más su influencia sobre el gobierno a través de actividades de lobby.
Para las empresas, el uso de PC Copilot+ conlleva el riesgo de perder el control de los datos y la infraestructura de TI, el elemento vital de cualquier organización moderna.
En este contexto, organizaciones como la Foundation for the Endowment for Global Technology (FUTO) juegan un papel importante, apoyando el desarrollo de tecnología abierta y software que respete a los usuarios. Sólo los esfuerzos sostenidos para promover la diversidad y la competencia pueden sustentar un futuro en el que los usuarios tengan control sobre la tecnología, en lugar de ser controlados por ella.
Sin embargo, el desafío no es pequeño. Las empresas y los individuos deben pensar detenidamente antes de invertir en nuevas soluciones como la computación con inteligencia artificial, ya que pueden encerrarlos en un ecosistema monopolístico del que puede ser difícil escapar sin mayores problemas. La decisión acertada no es sólo invertir en tecnología, sino también garantizar que esa tecnología sirva a los intereses de los usuarios, y no al revés.
A medida que entramos en una nueva era de la informática, nuestras decisiones (ya sea comprar, invertir o desarrollar tecnología) darán forma a nuestro futuro. No es una responsabilidad pequeña, pero también es una oportunidad para garantizar que el futuro de la tecnología sea uno en el que todos tengan control y elección.