La mayor solución que cualquiera puede decir es:
"Las cosas buenas toman tiempo."
Mierda.
No te quedes sin hacer nada y digas:
“Dios proveerá para mí”.
¿Por qué?
Porque sabes que del cielo no llueve oro ni plata.
No espere esperando que las cosas sucedan por sí solas.
Debes actuar y trabajar para alcanzar tus objetivos.
Fe y esfuerzo van de la mano.
Levántate del culo.
Ser proactivo,
Y aprovecha las oportunidades que tienes delante.