A raíz del fallo dividido en el caso de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) contra Ripple, Kathryn Haun, fundadora y directora ejecutiva de la firma de inversión centrada en criptomonedas Haun Ventures, compartió sus ideas sobre el asunto. Haun, que tiene más de seis años de experiencia como miembro de la junta directiva de Coinbase y más de 11 años de experiencia en el Departamento de Justicia de EE. UU., consultó con colegas legales y cree que la decisión del tribunal distingue al propio XRP de ciertas monedas. El comercio de XRP es razonable.

Haun dijo que el fallo del tribunal es consistente con la posición de la industria en el próximo caso contra la SEC. Ella cree que el token en sí no es de ninguna manera un "contrato de inversión". En cambio, sólo los contratos vinculantes que imponen obligaciones posteriores a la venta al vendedor pueden considerarse contratos de inversión. Por lo tanto, los tokens negociados en bolsas o mercados secundarios rara vez califican.

Haun comparó los tokens con otros productos básicos como naranjales, barriles de whisky, apartamentos e incluso castores, y señaló que si bien estos pueden ser objeto de contratos de inversión, no son contratos de inversión ni valores en sí mismos.

Haun también discutió el argumento de Ripple con respecto a la prueba de los "ingredientes esenciales", que establece que antes de que se puedan considerar los factores de Howey, debe haber un contrato que imponga obligaciones posteriores a la venta al vendedor y permita al comprador compartir las ganancias. Ella cree que la Corte Suprema eventualmente adoptará una versión de este argumento, rechazando la afirmación de la SEC de que un “contrato de inversión” puede existir sin ningún contrato.

Si bien Haun cree que la decisión del tribunal es en general favorable a la industria, expresó dudas sobre el deseo de la SEC de buscar claridad jurídica. Sostuvo que la SEC podría beneficiarse del caos actual y que perder estas cuestiones en apelación podría poner en peligro toda su agenda de aplicación de la ley.

Haun también enfatizó que estas complejas cuestiones legales resaltaban la necesidad de una intervención legislativa. Ella cree que la decisión de Ripple resalta la insuficiencia de la ley y la jurisprudencia existentes para abordar las preocupaciones políticas planteadas por la tecnología. Hizo un llamado al Congreso, no a organismos no electos, para que tome decisiones políticas tan importantes.

En general, Haun ve la decisión de Ripple como un catalizador para un cambio legislativo positivo en Washington, D.C. Ella cree que a medida que se decidan más casos y más tribunales se comprometan con los principios más amplios en juego, la ley seguirá evolucionando para adaptarse mejor a los desafíos únicos que plantea la industria de las criptomonedas.