Al implementar tecnología de inteligencia artificial, los científicos chinos han conquistado la inteligencia del sistema de combate aéreo. Proporcionaron respuestas al problema de la “caja negra”, que preocupaba a múltiples instituciones de inteligencia tanto en Estados Unidos como en China.

Superar el problema de la caja negra

Abordar el problema conocido como la cuestión de la caja negra es esencial para explorar las perspectivas de la IA. Tradicionalmente, las tecnologías de IA habían estado funcionando como cajas negras y los humanos no tenían idea de los procesos de toma de decisiones detrás de las tareas. Con esta deficiencia de falta de transparencia, ocurren dos problemas: primero, afecta en gran medida la confianza en la IA, pero también hay un problema con la comunicación cuando esto sucede entre humanos y máquinas, lo cual puede ser grave, como imposible.

Dong Zhang, seguido por el profesor asociado Zhang de la Universidad Politécnica Northwestern, ha dirigido un equipo de investigación chino para lograr un sistema de combate de IA que pueda expresar su decisión y razonamiento a través del habla, estadísticas e imágenes. Esta tecnología cambia las reglas del juego, ya que hace que la IA explique el significado de cada directiva en situaciones de combate en tiempo real y, por lo tanto, fomenta una interacción más profunda entre los pilotos humanos y las máquinas inteligentes.

Rendimiento y comunicación mejorados

Al proporcionar medios adecuados de retroalimentación, los pilotos humanos pueden analizar en detalle las decisiones de la IA ejecutadas después de un enfrentamiento, mejorando así su aprendizaje de los errores y permitiéndole evolucionar y elevar su rendimiento para futuras batallas.

El método interactivo utilizado en este caso ha mostrado los mejores resultados gracias a que la IA logró una tasa de victoria de casi el 100 % en las batallas simuladas con significativamente menos rondas de entrenamiento que los sistemas clásicos de IA de caja negra.

Difícilmente se puede relacionar lo suficiente el futuro entorno militar de la IA con tecnología transparente con implicaciones como la estrategia y las operaciones militares. De la misma manera, al impulsar la comprensión y la comunicación entre los pilotos humanos y los dispositivos de inteligencia artificial, China pronto obtendrá la ventaja en la competencia armamentista, unificando así las ya agitadas dinámicas futuras de combate aéreo.

Respuesta de Estados Unidos y desarrollos futuros

La Fuerza Aérea de EE. UU. también ha estado intentando pilotar capacidades de IA en combate aéreo, pero se topan con los mismos problemas que la caja negra. Si bien las oficinas de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) están trabajando para calmar las preocupaciones de los pilotos mediante el uso de la IA de manera gradual y demostrar confianza en su trabajo, existe una desconfianza generalizada en su funcionalidad. El éxito chino pone de relieve que Estados Unidos debería apresurarse a desarrollar su propia IA para estar al nivel de los demás en la nueva tecnología militar.

Si bien existen tensiones geopolíticas, esto permite una colaboración científica muy sólida entre colegas chinos e internacionales. Por lo tanto, el novedoso intercambio de algoritmos y la interpretación del marco muestran la investigación y el desarrollo de la IA en un espacio ilimitado que ignora las fronteras geopolíticas para facilitar el avance de la IA y la tecnología. Todavía se habla de las implicaciones éticas y los peligros de la guerra impulsada por la IA. por algunos expertos, que advierten contra la pérdida de rasgos humanos y de máquinas.