El surgimiento de Flare (FLR) como un potente desafío al dominio establecido de Chainlink (LINK) ha provocado intriga y especulación entre inversores y entusiastas por igual. Respaldado por los conocimientos de Maelstrom Fund, una entidad de criptoinversión asociada con la oficina familiar de Arthur Hayes, Flare se posiciona como una fuerza disruptiva en el floreciente sector de los oráculos, preparada para remodelar la forma en que se transmiten y validan los datos a través de las redes blockchain.
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