El congresista republicano Tom Emmer, quien también sirve como látigo de la mayoría en la Cámara de los Republicanos, ha estado atacando al presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, Gary Gensler, por implementar el Boletín de Contabilidad del Personal (SAB) 121.

Emmer se opone a la extralimitación regulatoria de la SEC

Emmer lamenta que Gensler no estuviera cumpliendo con las misiones de la SEC de proteger a los inversores y garantizar una eficiencia razonable en los mercados de capital. Dijo que cree que es probable que las nuevas reglas, especialmente sobre los criptoactivos, otorguen demasiado control regulatorio sobre las innovaciones y la eficiencia del mercado.

La misión estatutaria de la SEC es proteger a los inversores, facilitar la formación de capital y mantener mercados justos, ordenados y eficientes. El presidente Gensler está violando las tres con su regla ilegal SAB 121. pic.twitter.com/Wky2K8zglR

– Tom Emmer (@GOPMajorityWhip) 7 de mayo de 2024

La crítica de Emmer es la SAB 121, una acción regulatoria que impone límites a los bancos en términos de cuán transparentes pueden ser sobre sus inversiones en criptomonedas. Emmer cree que esas restricciones podrían en realidad dañar la eficiencia del mercado. Dice que se supone que la misión de la SEC es hacer que los mercados sean justos, ordenados y, lo más importante, eficientes. 

Emmer lidera las preocupaciones republicanas

Sus preocupaciones son ejemplos específicos de una preocupación más amplia dentro del Partido Republicano de que la ampliación de la regulación traerá consigo daños a los mercados de capital.

Emmer acusó a Gensler de sobrepasar sus límites para regular las criptomonedas de una manera para la cual la SEC no tiene la autoridad legal. Emmer dijo que se debe trazar una línea entre lo que es una guía para la claridad regulatoria y lo que representa una intención del Congreso, algo que cree que la SEC está interpretando de manera amplia.

Emmer está en la primera línea de un choque sobre qué requiere una regulación adecuada para fomentar la innovación por un lado y garantizar la seguridad del mercado por el otro. Mientras que algunos defensores piden una supervisión firme que proteja a los inversores y mantenga seguros a los mercados, opositores como Emmer advierten contra una progresiva extralimitación regulatoria que obstaculizará la actividad empresarial y frenará el progreso tecnológico.