Maldita vida, pedí prestados 300.000, compré U e hice una fortuna.
La única persona en la que puedes confiar en este mundo eres tú mismo. Si tienes dinero, debes mantenerlo firmemente en tus manos. No confíes en nadie y no sientas simpatía por nadie.
Cuando les ayudas, piensan que te lo mereces y conspiran contra ti en secreto, pero cuando estás en problemas, se mantienen alejados y añaden insulto a la herida.