La Fundación Tron ha solicitado a un tribunal federal de Nueva York que desestime una demanda presentada por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).
En una importante batalla legal que pone de relieve la naturaleza global de la industria de las criptomonedas, la Fundación Tron ha adoptado una postura firme contra la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC), solicitando la desestimación de una demanda en un tribunal federal de Nueva York. La moción de la fundación, presentada el 28 de marzo, sostiene que las acciones de la SEC representan una extensión injustificada de las leyes de valores estadounidenses a actividades que ocurren predominantemente fuera de Estados Unidos.
La demanda de la SEC, iniciada en marzo pasado, apunta a Justin Sun, la Fundación Tron y sus asociados, incluida la Fundación BitTorrent y su empresa matriz, Rainberry Inc., adquirida por Tron en 2018. El núcleo de las acusaciones de la SEC es que la venta de Tron ( TRX) y BitTorrent (BTT) constituían ofertas de valores no registradas, una afirmación que Tron niega con vehemencia.
La moción de desestimación de la Fundación Tron, con sede en Singapur, sostiene que la SEC carece de jurisdicción sobre sus operaciones, y enfatiza que las ventas de tokens en cuestión se realizaron íntegramente en el extranjero, diseñadas específicamente para excluir el mercado estadounidense. Este argumento plantea preguntas fundamentales sobre el alcance de la autoridad regulatoria estadounidense en un espacio de activos digitales inherentemente global.
Para complicar aún más el asunto está la clasificación de los propios tokens. Tron sostiene que incluso si la SEC tuviera jurisdicción, los tokens TRX y BTT no cumplen con los criterios para contratos de inversión según la prueba de Howey de EE. UU., un punto de referencia para determinar qué constituye un valor.
A la controversia se suman las acusaciones de la SEC contra Justin Sun por participar en prácticas comerciales manipuladoras y compensar en secreto a celebridades por actividades promocionales. La fundación rechaza estas afirmaciones y desafía a la SEC a presentar pruebas concretas de irregularidades, en particular aquellas que pudieran afectar a los residentes o los mercados de Estados Unidos.
