Posición larga: cuando compra un activo esperando que su precio suba, está yendo en posición larga. El objetivo es vender a un precio más alto más adelante. Pero tenga cuidado, si el precio baja, sufrirá pérdidas.
Ir en corto: esto es lo opuesto a ir en largo. Pide prestado un activo para venderlo, con la esperanza de volver a comprarlo más barato más adelante. Si el precio sube, te verás obligado a volver a comprarlo a un costo mayor, lo que generará una pérdida.
Comprender el apalancamiento: el apalancamiento le permite ampliar el tamaño de su operación pidiendo dinero prestado. Un apalancamiento de 2x en una operación de $100 efectivamente la convierte en una operación de $200. Esto puede aumentar sus ganancias, pero también magnifica sus pérdidas.
El lado oscuro del apalancamiento: aquí es donde la precaución es crucial. Si el mercado se mueve en contra de su posición apalancada, puede perder más que su inversión original. Por ejemplo, si utiliza un apalancamiento de 10x en una operación de $100, una caída del mercado del 10% significa que perderá los $100 completos, no solo los $10 que perdería sin apalancamiento. En algunos casos, las pérdidas pueden incluso superar su inversión inicial, dejándolo en deuda con el corredor.
Mitigación de riesgos: para mitigar estos riesgos, utilice órdenes de "Stop Loss". Esto le permitirá salir automáticamente de su posición a un nivel de precio predeterminado, lo que limitará sus posibles pérdidas.
La diligencia debida es fundamental: ningún consejo puede reemplazar la investigación tradicional. Conozca sus activos, conozca el mercado y base sus decisiones en información sólida en lugar de en exageraciones o temores.
¡Aquí va Rick!