En 2010 me topé con un artículo sobre Bitcoin en la red y después de pensarlo y releerlo repetidamente durante más de dos meses, fui a un intercambio y compré 10 BTC por $10. Seguí los desarrollos y artículos en Internet durante unos meses y luego me olvidé por completo de mis 10 dólares en BTC. Había perdido el interés y la paciencia. Pasé a otras cosas.
Entonces, un día a mediados de 2014, vi un anuncio frente a un edificio en una popular parada de autobús que decía CAMBIA TU BTC POR EFECTIVO. Estaba eufórico. Corrí a casa y busqué los detalles de mi compra de BTC y la dirección de mi billetera. Regresé corriendo a la oficina de cambio y les pedí que revisaran mi billetera y hicieran todo lo necesario para cambiar mis 10 BTC a mi moneda local. El joven que me atendió pudo ver claramente que me faltaba mucho conocimiento sobre la transacción.
Para resumir, transfirió mis 10 BTC a su propia billetera y me dio $100 dólares en moneda local. Estaba extasiado. Después de todo, compré los 10 BTC por sólo $10. Salí rápido de la oficina pensando que había obtenido una gran ganancia.
Unos meses más tarde, mientras navegaba por la red, me encontré con que el precio actual de BTC era de 415 dólares y casi me da un ataque al corazón. Investigué más para asegurarme de que mis ojos no me engañaran y, efectivamente, los 10 BTC que cambié felizmente por $100 por ignorancia me habrían dado fácilmente $41,500 ese año 2014. Y si lo hubiera guardado hasta hoy, le habría sonreído. Mi banco con 670.000 dólares y me jubilé como millonario a quizás las islas del Caribe.
Este recuerdo siempre me hace llorar cuando recuerdo la tontería de ser un extraño en Internet en esos años. Aprender de ello.
