OpenAI, el laboratorio de investigación de inteligencia artificial que creó ChatGPT, ha aparecido recientemente en las noticias por las dificultades financieras que enfrentó en las primeras etapas de su desarrollo. En una entrevista reciente con The Wall Street Journal, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, admitió que en un momento incluso consideró emitir una moneda para aumentar los costos de desarrollo.

OpenAI se fundó como una organización sin fines de lucro en 2015 con el objetivo de desarrollar tecnología de inteligencia artificial de forma segura y beneficiosa para la sociedad. Sin embargo, los costos de desarrollo resultaron ser astronómicos y en 2017 Altman se vio obligado a lanzar una corporación con fines de lucro para cubrir los gastos. En ese momento, Altman incluso consideró recibir fondos de investigación del gobierno o emitir monedas para recaudar dinero, pero finalmente tuvo que despedir a parte del personal debido a la falta de fondos.

Altman definió el objetivo de OpenAI como crear “un orden en el que las máquinas liberen a las personas para hacer cosas más creativas. También incluye el concepto de renta básica, en el que todos reciben un ingreso incondicional. Porque la IA necesita ser compensada por reemplazar puestos de trabajo”. La visión de Altman a menudo se describe como “capitalismo con mentalidad social”, ya que enfatiza la naturaleza pública de la IA y la importancia de utilizar la tecnología para beneficiar a la sociedad.

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI

Si bien el trabajo de OpenAI ha ganado gran popularidad y ha atraído importantes inversiones, también ha habido críticas de que la organización está demasiado centrada en la comercialización y se aleja de sus ideales originales. Elon Musk, quien cofundó la Fundación OpenAI con Altman, ha criticado abiertamente la dirección de la organización, acusando a Altman de comercializar la fundación.

Altman reconoce las críticas pero dice que presta atención a lo que dice Musk. Para abordar las preocupaciones sobre la comercialización, OpenAI ha establecido un límite de ganancias de entre 7 y 100 veces para los inversores, y el resto de las ganancias se destinará a la fundación. Además, los estatutos estipulan que todas las actividades deben detenerse si alguien crea la inteligencia artificial general (AGI) más avanzada para evitar crear un resultado catastrófico.

Para conseguir financiación para el desarrollo de OpenAI, Altman tuvo que encontrar una nueva fuente de financiación. En el verano de 2018, Altman se encontró con Satya Nadella de Microsoft en la Conferencia Sun Valley, una reunión de directores ejecutivos de tecnología de todo el mundo. Altman propuso la idea de ChatGPT y Microsoft finalmente realizó una inversión de mil millones de dólares en la organización.

A pesar de algunas reacciones internas y críticas de los competidores, OpenAI se ha convertido en el líder indiscutible en el desarrollo de la tecnología de IA. Desde su lanzamiento en noviembre de 2022, ChatGPT ha obtenido más de 100 millones de suscriptores en todo el mundo, convirtiéndose en el producto de inteligencia artificial de más rápido crecimiento de la historia. Sin embargo, la competencia por la comercialización de la IA es cada vez más intensa, y empresas como Google y Anthropic también invierten fuertemente en el desarrollo de la tecnología de IA.

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