La vida de un operador financiero profesional está llena de desafíos, estrés constante y dolor. Sin embargo, es en este entorno donde pueden lograr los rendimientos financieros más generosos, especialmente aquellos comerciantes que se especializan en productos financieros derivados. Más importante aún, el estado psicológico y el juicio de un comerciante fluctuarán dramáticamente en el proceso de ganar dinero (trayendo felicidad) y perder dinero (trayendo dolor).

Curiosamente, ser demasiado optimista o demasiado pesimista puede tener un impacto muy negativo en el juicio. Sólo los especuladores racionales pueden controlar eficazmente los riesgos y lograr el objetivo de ganar más y perder menos. De lo contrario, caerán en una especulación excesiva y acabarán sufriendo grandes pérdidas y abandonando tristemente el mercado.

Por lo tanto, la primera tarea de un operador profesional es lograr una comprensión profunda de uno mismo, dominar las emociones y desarrollar una fuerte fuerza de voluntad. En las transacciones financieras, algunos conocimientos teóricos clásicos también son cruciales. “El mercado es donde el dinero fluye de los aburridos a los inteligentes”, la importancia de la información y la necesidad de obtenerla oportunamente e interpretarla correctamente en el comercio.

Además, conceptos como el modelo de valoración de activos de capital (CAPM) y la hipótesis del mercado eficiente (EMH) en la teoría de inversión moderna también tienen un profundo impacto en las decisiones comerciales. CAPM ayuda a comprender la relación entre los precios de los activos y el riesgo, mientras que EMH enfatiza que el mercado ha reflejado completamente toda la información disponible, por lo que es imposible obtener ganancias excesivas mediante el análisis.

En general, el pensamiento racional, la gestión de las emociones y una sólida comprensión de la teoría financiera son claves para convertirse en un trader profesional exitoso.