Según Cointelegraph, el Banco de Inglaterra (BoE) y la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido han introducido un sandbox para explorar la aplicación de la tecnología de registro digital (DLT) en el registro, mantenimiento y liquidación de valores financieros. Anunciado el 30 de septiembre, el Digital Securities Sandbox (DSS) tiene como objetivo permitir a las empresas investigar los beneficios de la DLT para los valores financieros.

La FCA reconoció que las tecnologías emergentes podrían mejorar la eficiencia, la transparencia y la resiliencia del mercado. Si se implementan con éxito, estas tecnologías podrían generar ahorros de costos y procesos más rápidos en los mercados y sus usuarios. El DSS facilitará la negociación, liquidación y emisión de valores digitales en el Reino Unido mediante registros distribuidos y programables, al tiempo que se adhiere a las regulaciones del BoE y la FCA.

La FCA cree que esta iniciativa reforzará el estatus del Reino Unido como centro financiero global al crear condiciones favorables para la inversión y el crecimiento sostenible. Se invita a empresas de todos los tamaños y etapas a solicitar su participación en el DSS, siempre que estén legalmente registradas en el Reino Unido. La FCA afirmó que esto podría incluir a las instituciones financieras existentes ya autorizadas o reconocidas bajo las regulaciones actuales o a los nuevos participantes en el mercado. El DSS funcionará hasta diciembre de 2028, y el período de solicitud se cerrará en marzo de 2027, lo que permitirá una transición a un régimen más permanente.

El BoE explicó que el DSS pasará por cuatro etapas: pruebas, puesta en marcha, ampliación y un régimen permanente. En su segunda etapa, el DSS implicará la emisión, negociación y liquidación de valores digitales reales, que funcionan de manera similar a los valores tradicionales. Estos podrían incluir acciones, bonos corporativos y gubernamentales, instrumentos del mercado monetario, unidades de fondos y derechos de emisión. El BoE también enfatizó su colaboración con la FCA para lograr tres objetivos principales: promover un sistema financiero seguro, eficiente y sostenible, proteger la estabilidad financiera y garantizar la integridad del mercado.