Según Odaily, el análisis institucional indica que, a medida que la Reserva Federal inicia un ciclo de flexibilización al reducir la tasa de los fondos federales en 50 puntos básicos, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) se está convirtiendo cada vez más en un caso atípico entre los bancos centrales mundiales. La mayoría de los economistas predicen que Australia no reducirá las tasas de interés hasta el próximo año, y el último momento posible sería mayo. El anuncio de un aumento significativo en el crecimiento del empleo en agosto el jueves resalta este contraste, dejando al RBA con poco margen para discutir recortes de tasas inminentes. Se espera que el gobernador del RBA, Philip Lowe, enfrente críticas por no sumarse a la tendencia de flexibilización, pero vigilará de cerca la inflación básica, que sigue siendo alta y preocupante.