La liquidación de Bitcoin por parte del Departamento de Justicia de EE. UU. continúa sacudiendo los mercados

El gobierno de Estados Unidos aprobó la venta de 69.370 $BTC incautados en el mercado de la Ruta de la Seda menos de dos semanas antes de la toma de posesión de Trump. 

Aunque el mercado negro de la Ruta de la Seda se cerró en 2013, la billetera del mercado negro fue pirateada. Los poseedores de más de 69,3 mil bitcoins asociados con el mercado esperaron hasta 2020 antes de aceptar entregar esos fondos al gobierno. 

Una de las organizaciones que luchaba por apoderarse de estos Bitcoins fue la empresa Battle Born Investments; pero la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a aceptar el caso en octubre de 2024, allanando el camino para la aprobación de la venta que acaparó titulares el 9 de enero de 2024.

Este tesoro de Bitcoin, con un valor estimado de 6.500 millones de dólares, ha estado en el centro de una larga batalla legal, y la noticia de la venta añadió más incertidumbre al mercado.

El 30 de diciembre, un tribunal federal rechazó las reclamaciones de Battle Born Investments, una empresa que reclamó la propiedad de Bitcoin mediante quiebra. La decisión del tribunal allanó el camino para que el Departamento de Justicia procediera con la venta. El Servicio de Alguaciles de EE. UU. supervisará la venta, que se espera que sea una de las liquidaciones de criptoactivos más grandes de la historia.

Esta decisión se produce después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazara una apelación que impugnaba la incautación de Bitcoin en octubre. Battle Born también había intentado utilizar una solicitud de la Ley de Libertad de Información para identificar al "Individuo X", la persona que inicialmente entregó el Bitcoin. Sin embargo, estos esfuerzos fracasaron, poniendo fin a nuevos desafíos legales.

El momento de la venta, prevista antes de la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero, ha generado dudas entre los inversores. Algunos han especulado que las ganancias podrían desviarse para ayudar a Ucrania, en consonancia con las prioridades de política exterior del presidente Biden.