El 119º Congreso de EE. UU. está siendo aclamado como el cuerpo legislativo más pro-cripto de la historia, con el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, expresando un fuerte optimismo sobre su impacto potencial. El 3 de enero, Garlinghouse describió este Congreso como un momento histórico para la industria cripto, destacando un creciente sentido de entusiasmo y determinación entre los líderes de la industria y los responsables de políticas. Enfatizó la energía que rodea la llegada de 298 legisladores pro-cripto de ambos partidos, marcando un cambio significativo en la postura de Washington sobre los activos digitales.
El grupo de defensa cripto Stand With Crypto resonó con el optimismo de Garlinghouse, celebrando la presencia de legisladores que están comprometidos con el avance de la innovación en blockchain. El grupo expresó confianza en una colaboración productiva durante el próximo año, creyendo que la voz de la industria ahora será escuchada más claramente en las discusiones legislativas.
Una razón clave detrás de este aumento en el sentimiento pro-cripto es el apoyo financiero sustancial recibido por los legisladores durante sus campañas. Los Comités de Acción Política (PAC) como Fairshake recaudaron más de 200 millones de dólares para respaldar a candidatos que apoyan políticas amigables con la innovación. Jugadores principales, incluidos Coinbase, Ripple, Jump Crypto e inversores como Andreessen Horowitz, fueron algunos de los principales contribuyentes. Este respaldo financiero señala la determinación de la industria para establecer pautas regulatorias más claras y fomentar la innovación.
Los interesados de la industria tienen la esperanza de que el nuevo Congreso aborde prioridades legislativas críticas, como avanzar en la Ley de Innovación Financiera y Tecnología para el Siglo XXI (FIT21) y apoyar la propuesta de la Senadora Cynthia Lummis para una Reserva Estratégica de Bitcoin. Estas medidas podrían proporcionar la claridad y estabilidad tan necesarias en el paisaje regulatorio, permitiendo a las empresas operar con mayor confianza.
Otra expectativa urgente es que el Congreso se oponga a las acciones regulatorias excesivamente agresivas de agencias como la Comisión de Valores y Bolsa (SEC). Muchos en la comunidad cripto argumentan que las medidas regulatorias pasadas han sofocado la innovación y creado incertidumbre en el mercado. Con un enfoque más equilibrado, el Congreso tiene la oportunidad de redefinir la relación entre los reguladores y el sector cripto.
Las principales empresas cripto, incluidas Coinbase y la Asociación Blockchain, ya han señalado su disposición a colaborar con los legisladores. Su objetivo es crear regulaciones justas y equilibradas que protejan a los consumidores mientras fomentan el avance tecnológico y la inversión.
El optimismo generalizado en torno a este Congreso refleja una creencia compartida de que EE. UU. puede emerger como un líder global en innovación de blockchain y criptomonedas. Con reglas claras y un marco político de apoyo, el país tiene la oportunidad de fomentar el crecimiento, atraer inversión y establecer un estándar global para la regulación responsable de las criptomonedas.
La colaboración entre los responsables de políticas y la industria cripto marca un punto de inflexión, con ambas partes reconociendo el potencial de la tecnología blockchain para impulsar el crecimiento económico y la innovación. A medida que se desarrollan las discusiones y los esfuerzos legislativos, los interesados de todo el sector cripto siguen esperanzados en que el 119º Congreso entregará un progreso significativo para la industria.