Michael S. Barr, vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, ha anunciado su renuncia al cargo, pero permanecerá en la Junta de Gobernadores de la Fed hasta nuevo aviso. Conocido por su postura anti-cripto, Barr fue una figura clave detrás de las represiones regulatorias sobre las stablecoins y una oposición vocal a una Moneda Digital del Banco Central de EE. UU. (CBDC). Se espera que su partida alivie las preocupaciones sobre posibles cambios regulatorios severos durante los últimos meses del mandato del presidente Biden.

La renuncia de Barr entrará en vigor oficialmente el 28 de febrero o una vez que se designe a un sucesor. Sin embargo, su mandato como Gobernador de la Junta sigue siendo válido hasta 2032. En su declaración, Barr enfatizó su compromiso de servir al público, sugiriendo que dimitir de su cargo de liderazgo evitaría que posibles disputas distrajeran a la Fed de su misión principal.

Durante su tiempo en la Reserva Federal, Barr se alineó estrechamente con las opiniones anti-cripto de la senadora Elizabeth Warren. En 2023, lideró esfuerzos agresivos para limitar las actividades de las stablecoins y trabajó para mantener las criptomonedas fuera del sistema bancario tradicional. A principios de 2024, aunque los rumores sugerían cierto apoyo a una CBDC dentro de la Fed, Barr fue la voz más fuerte en oposición a tales iniciativas. Esta resistencia jugó un papel significativo en bloquear cualquier progreso hacia un dólar digital estadounidense.

Los críticos de Barr, como la analista financiera Caitlin Long, han descrito su mandato como ineficaz y excesivamente restrictivo. Ella señaló que su destitución era ampliamente esperada si Trump regresaba al cargo, dada la función de Barr en políticas percibidas como anti-cripto, a menudo referidas como "Operación Choke Point 2.0."

A pesar de la salida de Barr, la Reserva Federal sigue siendo una institución clave en la configuración de la relación de la industria financiera con las criptomonedas. El presidente de la Fed, Jerome Powell, comparó recientemente Bitcoin con el oro, señalando una postura más neutral en comparación con el enfoque rígido de Barr. Las políticas monetarias recientes de Powell también han apoyado indirectamente al mercado de criptomonedas.

El presidente electo Trump ya ha indicado planes para reformar el enfoque de los reguladores financieros hacia las criptomonedas. Su administración ha comenzado a reemplazar figuras clave en las agencias regulatorias, buscando una postura más amigable hacia los activos digitales. Sin embargo, la partida de Barr deja una pregunta abierta sobre los próximos pasos de la Fed en la supervisión de criptomonedas.

En sus comentarios de despedida, Barr confirmó que la Reserva Federal no perseguirá ninguna nueva regulación importante hasta que su sucesor esté en su lugar. Esta decisión efectivamente pausa cambios de política significativos durante el tiempo restante del presidente Biden en el cargo. Si bien otras agencias pueden continuar avanzando iniciativas anti-cripto, es probable que la Fed permanezca en silencio sobre tales asuntos hasta que la nueva administración asuma el control.

La salida de una figura tan polarizadora marca un posible punto de inflexión para la regulación de criptomonedas en EE. UU. Si bien la postura a largo plazo de la Reserva Federal sigue siendo incierta, la salida de Barr es vista por muchos en la industria como una oportunidad para políticas más equilibradas en el futuro.