Según ChainCatcher, a pesar de la volatilidad a corto plazo, los indicadores clave aún sugieren un panorama alcista para Bitcoin a largo plazo. Un análisis del analista Axel Adler destaca la relación entre el flujo neto de Bitcoin hacia los intercambios y las reservas (netflow-to-reserve), un indicador que muestra que el mercado está en una fase de acumulación, con BTC siendo transferido desde los intercambios a almacenamiento a largo plazo (direcciones), lo que indica una mayor confianza de los inversores y sugiere que el precio podría aumentar a medida que el mercado madura.
Este ratio negativo indica que se están retirando más BTC de los intercambios de los que se están depositando, lo que sugiere que los usuarios están almacenando sus criptomonedas en billeteras privadas en lugar de negociar activamente. Esto reduce la oferta disponible en los intercambios y generalmente conduce a un aumento de precios, ya que indica que los inversores se están preparando para beneficios a largo plazo en lugar de especulaciones a corto plazo.
A finales del mercado bajista de 2022, en un período de creciente miedo e incertidumbre, este indicador alcanzó su punto máximo. A partir de las condiciones actuales del mercado, muestra tendencias similares. A pesar de la reciente volatilidad del mercado, donde BTC ha tenido dificultades para mantener el nivel de 100,000 dólares, la continua salida de BTC de los intercambios sugiere que los inversores han comenzado nuevamente a acumular Bitcoin. El análisis indica que, a medida que las reservas de los intercambios disminuyen constantemente, se está formando un potencial impulso alcista, ya que estos activos probablemente no ingresarán al mercado a largo plazo, proporcionando soporte para un panorama alcista en los próximos años.