Solo se puede vender, no comprar. Históricamente, la legislación estadounidense establece que los residentes no pueden poseer ni comprar oro, de lo contrario, es ilegal. El gobierno recoge oro, siendo el único comprador legal; los privados solo pueden vender, no pueden comprar. Además, el precio de venta es fijado por el gobierno, a 35 dólares la onza, un precio que parece un robo a mano armada. Hoy en día, el precio del oro alcanza los 2650 dólares la onza. Además, ahora la legislación estadounidense ya permite a los ciudadanos poseer oro libremente. Aquellos ciudadanos que compraron oro a 35 dólares en su momento, su riqueza fue despojada. Lo que ocurrió con este oro, también ocurrirá con el bitcoin.