Ya se ha minado el 95% de Bitcoin, lo que deja poco control a Estados Unidos en la producción futura.
Menos del 50% de la energía generada por Bitcoin a nivel mundial es aportada por mineros estadounidenses, mientras que otras naciones avanzan a pasos agigantados.
La minería estadounidense depende de equipos extranjeros, fabricados predominantemente en China, con el riesgo de perturbar las relaciones comerciales.
La reciente promesa de Donald Trump de que la minería de Bitcoin se realizará en los Estados Unidos ha generado un debate bastante importante. En una reunión con ejecutivos de la minería de criptomonedas, el expresidente prometió impulsar un cambio en la industria para que todos los Bitcoin restantes se extraigan en los Estados Unidos.
Los expertos advierten que esto no será fácil debido a varios factores que dificultarán que EE. UU. sea el país líder en minería de Bitcoin en el mundo. Entre los principales desafíos se incluyen el hecho de que el 95% de los Bitcoins ya han sido minados, la expansión global del proceso de minería, la dependencia del equipo de minería extranjero y los costos energéticos competitivos en otras partes del mundo.
Uno de los mayores obstáculos que enfrenta Trump es que el 95% de todos los Bitcoin ya ha sido minado. Eso deja solo una pequeña fracción de esta moneda digital por minar, y es tan escasa que ninguna nación en la Tierra, y mucho menos un solo país como Estados Unidos, podría minarla por completo.
Además, se complica aún más por la naturaleza muy descentralizada de la minería: ninguna entidad o nación tiene el poder de monopolizar su producción. Con las recompensas de minería disminuyendo, la promesa de Trump es altamente improbable, ya que la minería de Bitcoin se volverá cada vez más difícil y costosa.
Mientras que EE. UU. se ha convertido en un centro para la minería de Bitcoin, el país suministra menos del 50% del poder computacional total global o hashrate. Esto se compara con las actividades mineras en países como China, Rusia y Kazajistán, que todavía dominan.
Los mineros de EE. UU. han ganado terreno en los últimos años, principalmente después de la represión de China en 2021 sobre la minería de criptomonedas, pero la competencia sigue siendo alta.
La otra gran preocupación para el control de EE. UU. sobre el proceso de minería de Bitcoin es la dependencia del equipo de minería producido en el extranjero. La mayor parte del hardware de minería es desarrollado por empresas con sede en China, como Bitmain.