Un oso de mercado que teme a las alturas es una persona de mala suerte, los contratos en niveles bajos han volado, pero afortunadamente tengo el efectivo, compré al principio con un poco menos de diez mil, así que no pienso moverlo, cuando valga diez millones lo venderé. Si alguien compró junto conmigo, sugiero que saque su capital y reestructure.