El esfuerzo no vale nada frente al talento. Algunas personas nacen con una cuchara de oro en la boca, mientras que otras trabajan duro solo para sobrevivir. Tres generaciones de intelectuales no pueden igualar a tres generaciones de comerciantes. Trabajar duro no es tan rápido como aprovecharse de las oportunidades. La mente de los pobres siempre es la mente de los pobres. Así que, sin importar cuánto te esfuerces, nunca te harás rico.