Situación relacionada con la Reserva Federal
La reunión de política monetaria de la Reserva Federal de la semana pasada confirmó oficialmente el cambio en las expectativas del mercado que se había anticipado durante mucho tiempo, especialmente en lo que respecta a las expectativas de recortes de tasas en el futuro, ya que la Reserva Federal prevé que solo bajará las tasas dos veces el próximo año. Al mismo tiempo, también se ha elevado la previsión sobre el nivel general de inflación. Algunos analistas incluso han advertido que si el próximo gobierno de Trump no suaviza sus propuestas de políticas económicas radicales, el mercado podría enfrentar una mayor incertidumbre, e incluso el riesgo de un aumento de tasas podría resurgir. Las políticas de Trump incluyen promesas de campaña en áreas como impuestos, aranceles e inmigración, que podrían convertirse en variables importantes para las perspectivas económicas, lo que ha llevado a una disminución del optimismo previamente esperado en el mercado. Algunos inversores han comenzado a preocuparse de que si las políticas impulsadas por Trump provocan un sobrecalentamiento de la economía estadounidense o un aumento de la inflación, la Reserva Federal podría incluso comenzar a aumentar las tasas.
Mientras tanto, los datos del PIB del tercer trimestre de Estados Unidos muestran que el crecimiento económico alcanzó el 3.1%, superando con creces el esperado 2.8%. Esta diferencia indica que el desempeño económico fue mejor de lo que el mercado anticipaba. El PIB, como un indicador importante del valor total de todos los bienes y servicios producidos por un país en un período específico, señala que la economía estadounidense continúa expandiéndose de manera constante, y esto ocurre en un entorno de tasas de interés relativamente altas, lo que demuestra que la economía tiene una fuerte resiliencia. Por supuesto, para los mercados financieros, los datos del PIB que superan las expectativas no son completamente positivos, ya que también sugieren que la Reserva Federal podría no estar dispuesta a reducir las tasas.
Además, los datos del PCE subyacente, que no informé la semana pasada, también proporcionan una perspectiva relativamente diferente. El mercado había anticipado que aumentaría ligeramente del 2.8% del mes pasado al 2.9%, pero los datos reales muestran que se mantuvo en el 2.8%, lo que está por debajo de las expectativas del mercado. Este dato envía una señal positiva, indicando que la presión inflacionaria está disminuyendo y proporciona más flexibilidad para futuros ajustes de políticas por parte de la Reserva Federal. Si la inflación puede caer aún más hacia el objetivo del 2%, podría cambiar el ritmo de los recortes de tasas de la Reserva Federal.