El 18 de diciembre por la tarde, hora del este de EE. UU. (3 de la mañana del 19), Powell anunció con seriedad en la conferencia de prensa: "La Reserva Federal no está autorizada a poseer Bitcoin, y no tenemos ninguna intención de cambiar la legislación relacionada".
Esto era una declaración oficial seria, pero por el lenguaje y el momento de Powell, todo el asunto se volvió algo ridículo. El mercado reaccionó, mientras los espectadores no podían evitar reírse internamente.
Después de todo, las palabras de Powell revelan una contradicción: una persona que afirma estar "aislada" de Bitcoin, se aferra tanto a enfatizar su distancia de él. Esta actitud casi de "no me toques" se asemeja más a un niño que busca atención.
"El trueno de medianoche"
Tras la conferencia de prensa, Bitcoin cayó drásticamente, perdiendo casi un 5% en una hora. Algunos analistas del mercado bromeaban: "Parece que la declaración de Powell tiene más eficiencia que los mineros de Bitcoin".
Mientras tanto, las redes sociales estaban llenas de burlas y sarcasmo:
Un usuario escribió: "¿Le teme Powell a que un día lo atrapen por comprar Bitcoin en secreto? Esta declaración suena como una vacuna preventiva."
Otro dejó un comentario: "Gracias a Powell por esta caída, ¡finalmente pude conseguir algunas monedas baratas!"
¿El secreto sueño de Powell?
A pesar de que Powell ha enfatizado repetidamente que "nunca tocará Bitcoin", los rumores no cesan. Fuentes informan que Powell podría no ser completamente ajeno a las criptomonedas en privado. Algunos incluso especulan que podría tener en casa una moneda conmemorativa de metal grabada con las letras "BTC", que saca todos los días para contemplar y reflexionar sobre por qué el mundo está tan loco por ello.
No importa si estos rumores son ciertos o no, la "indiferencia" de Powell hacia Bitcoin hace que uno se pregunte: si realmente ignora a Bitcoin, ¿por qué enfatiza su importancia cada vez? ¿Es solo porque "los que no pueden alcanzar las uvas dicen que están ácidas"?
Consecuencias y reflexiones
Después de la conferencia, el mercado financiero quedó atónito. Aunque Bitcoin cayó, muchos inversores vieron esto como una buena oportunidad para comprar a bajo precio. Algunos incluso bromearon: "Cuanto más reprime Powell, más fuerte se vuelve Bitcoin".
Y unas horas después de la conferencia, un video paródico se propagó rápidamente por la red. En el video, Powell fue editado como un minero que agita un gran martillo, golpeando frenéticamente la pantalla de la computadora con las palabras "descentralización", con la voz en off diciendo: "¡No soy un minero, no me gusta Bitcoin en absoluto!"
Este dramático "discurso de Powell" no solo no logró realmente sacudir la posición de Bitcoin, sino que se convirtió en un tema de conversación intrigante. Quizás su declaración se asemeja más a una obra absurda, una comedia poco común en el mundo de las finanzas modernas.
En el futuro, cuando el precio de Bitcoin vuelva a subir, la gente podría agradecer a Powell por ofrecer una rara "oportunidad de compra". Su nombre, quizás, se convertirá en una nota al pie en la historia de Bitcoin: aquel que intentó mantenerse alejado de Bitcoin, pero que sin querer se convirtió en su propagador.