Condiciones para la venta de reservas estratégicas de Bitcoin
(a) Principio de conservación a largo plazo. Las reservas estratégicas de Bitcoin deben servir como un pilar permanente de la fortaleza financiera de Estados Unidos y su compromiso con la futura economía digital, manteniendo el mismo espíritu con el que defendemos las reservas de oro de Fort Knox. El Bitcoin almacenado en las reservas estratégicas no debe ser considerado como un activo financiero de corto plazo. Su objetivo es establecer la posición de liderazgo de Estados Unidos en la posesión, innovación y gestión global de Bitcoin — asegurando los intereses de Estados Unidos, no los de competidores extranjeros, y estableciendo estándares para la estrategia global de activos digitales.
(b) Restricciones estrictas de liquidez. La venta o cualquier forma de recuperación de fondos de las reservas estratégicas de Bitcoin solo se permite en las circunstancias más extremas y especiales de crisis económica o de seguridad nacional. Esta identificación de crisis debe ser aprobada por el presidente de Estados Unidos. Sin esta autorización explícita, el secretario del Tesoro no tiene autoridad para vender, hipotecar, intercambiar o disponer de cualquier parte de las reservas estratégicas de Bitcoin de otra manera.
(c) Procedimiento de aprobación estricto. Antes de llevar a cabo cualquier venta, el secretario del Tesoro debe presentar una decisión escrita detallada, respaldada por evidencia suficiente, que demuestre que la venta propuesta aborda directamente una crisis económica o de seguridad nacional específica.
(d) Ejecución transparente y controlada. En casos muy raros, si se aprueba la venta, debe llevarse a cabo de la manera más justa y controlada posible, para minimizar el impacto en el mercado y mantener la confianza pública. Deben priorizarse transacciones privadas, cruzadas u otras medidas, para asegurar que incluso en tiempos de crisis, la reputación nacional en cuanto a prudencia y responsabilidad financiera se mantenga.