Los reguladores australianos han propuesto cambios extensos que requieren que la mayoría de las empresas de criptomonedas obtengan licencias financieras. Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio para endurecer la supervisión de la creciente industria de las criptomonedas. Sin embargo, existen preocupaciones crecientes de que tales regulaciones estrictas puedan sofocar la innovación y llevar a los emprendedores y negocios de criptomonedas al extranjero. Los expertos de la industria advierten que, aunque la intención es proteger a los consumidores y garantizar la integridad del mercado, el posible éxodo de talento y capital podría obstaculizar la posición de Australia en el panorama global de blockchain. El mercado se mantiene cauteloso mientras las partes interesadas esperan más desarrollos.