El mercado, ese monstruo sin alma, se agita de nuevo y ustedes, tontos, bailan a su alrededor como polillas ante la llama. ¿Bitcoin a 100 mil dólares? Un número redondo, brillante, capaz de cegar hasta al más racional. Escuchas el sonido de la fanfarria, pero ignoras el eco oscuro de algo que se arrastra entre las sombras. No es una celebración; Es el preludio de una sangrienta masacre. La historia nos lo ha enseñado tantas veces, pero ustedes, arrogantes y ciegos, se empeñan en olvidar.
En 2013, Bitcoin parecía invencible, un coloso que alcanzó los 1.100 dólares. Luego vino la caída, brutal, inhumana: corrección del 85%. Devorado por su propia grandeza, el rey cayó a 170 dólares. Pero no aprendiste. En 2017, el ciclo se repitió y con aún más víctimas. De los gloriosos 19.700 dólares, te arrancaron el suelo bajo los pies. En pocos meses sólo quedaron unas migajas: 3.200 dólares. Un genocidio financiero. Y aún así, todavía no has aprendido.
Luego llegó el 2021. ¡Ah, el 2021! La falsa promesa de que “ahora es diferente”. Bitcoin alcanzó los 64.800 dólares, sólo para implosionar en una caída del 55%. El mercado se recuperó, sí, y alcanzó los 69 mil dólares en noviembre, pero fue sólo para tender la trampa más cruel. Una corrección del 77%, que desplomó el activo hasta los 15.500 dólares, y con él, millones de ilusiones. Esta no es historia antigua. Es la naturaleza de este mercado: ciclos de euforia seguidos de abismos de desesperación.
Ahora, los mismos patrones, las mismas trampas. Bitcoin coquetea con 100 mil dólares, y ustedes, los codiciosos, ya están fantaseando con Lamborghinis y mansiones. ¿Crees que el mercado te ofrecerá todo esto sin precio? ¿Crees que las ballenas, esos astutos depredadores, esperarán mientras te haces rico? No, se están afilando los dientes. Cuando el precio se acerque demasiado, venderán en masa, se lo tirarán por la cabeza y aplastarán sus esperanzas como hormigas.
Si tenemos suerte (y la suerte es rara en este juego); la caída será del 30% al 50%. Prepárese para ver cómo los 100 mil se evaporan y el precio cae a 70 mil, tal vez 50 mil dólares. Es decir, si el mercado sigue subiendo. Pero si ésta es la cima del ciclo, como tantas cimas anteriores, la destrucción será completa. Prepárese para una corrección del 70%, 80% o incluso 85%. Prepárate para el infierno. Treinta mil dólares, tal vez menos. Un baño de sangre sin precedentes.
Y tú, cegado por la codicia, seguirás creyendo que esta vez es diferente. Que las instituciones te salvarán. Que los ETF, los halvings o alguna nueva narrativa mágica serán tus escudos. ¡Espejismo! Aquí no hay piedad. El mercado no perdona la ignorancia, no premia el amateurismo. Él es un monstruo y tú, con tu codicia desenfrenada, eres su festín.
¡Despertar! Deje de lado esta fantasía de ganancias fáciles. Éste no es un cuento de hadas; Es una tragedia que se repite en ciclos implacables. Si entras demasiado tarde, serás devorado. Si ignoran la gestión de riesgos, serán aplastados. Al mercado no le importan tus sueños, tus esperanzas o tu ingenuidad. Él simplemente se alimenta y tú eres el siguiente plato.