En el ámbito del trading, muchas personas predefinirán un “precio ideal”, pensando que no soltarán sus fichas hasta alcanzar ese “punto psicológico”. Esto es natural por la búsqueda de ganancias, pero este tipo de pensamiento que predice el movimiento de precios en realidad crea una “trampa psicológica”, que puede llevar a diversas dificultades.
Expectativa, como un “hechizo” invisible.
Al ver que el precio asciende constantemente hacia el objetivo preestablecido, llega una corrección inesperada; la avaricia se apodera de uno, pensando que si sube un poco más, se ganará más, y entonces se elige no actuar y esperar pacientemente. Sin embargo, el mercado es cambiante, y el precio puede empezar a caer, lo que genera frustración por perder el mejor momento para tomar ganancias. Y cuando el precio no sube como se esperaba, sino que baja constantemente, el arrepentimiento por no haber asegurado ganancias a tiempo se siente como una espina en la garganta. Estas expectativas atan al trader, haciéndole perder el rumbo entre el miedo y el deseo.
El mercado, un “gigante” fuera de control.
La esencia del trading radica en responder de manera flexible al mercado, no en predecir inútilmente su trayectoria. Esta “bestia” del mercado, con cada movimiento, es moldeada por numerosos factores complejos como la situación macroeconómica, las dinámicas de las industrias microeconómicas y eventos sociales inesperados, y no se moverá ni un milímetro según la voluntad individual. Intentar predecir con precisión el alza y baja del mercado es como intentar construir un rascacielos en una pila de arena blanda; con una base inestable, el colapso puede suceder en un instante. Construir una estrategia de trading basada en predicciones es una seria mala interpretación de la naturaleza compleja y aleatoria del mercado, destinada a ser aplastada por las olas tumultuosas del mercado.
Las emociones, el “culpable” que altera el juego.
Una vez que el precio se desvía de la ruta esperada, la ansiedad se extiende rápidamente, y la insatisfacción también surge. En medio de estas emociones negativas, uno suele perder la razón y tomar decisiones impulsivas. Ya sea aumentando ciegamente la posición para intentar reducir costos o aferrándose obstinadamente a posiciones perdedoras, esperando que el mercado “cambie de opinión”; pero en la mayoría de los casos, estas decisiones emocionales solo intensifican las pérdidas y generan más arrepentimientos.
¿Cómo romper las cadenas del “pensamiento predictivo”?
Elaborar un “mapa de ruta” de negociación claro.
Antes de abrir una operación, combine su propia tolerancia al riesgo y un análisis profundo del mercado para definir con precisión los puntos de toma de ganancias y stop-loss. Esto es como lanzar un ancla firme para un barco en un mar agitado; cuando el precio alcanza el límite preestablecido, es imperativo superar las dudas y ejecutar la operación con determinación, sin dejarse llevar por las fluctuaciones del camino ni cambiar los objetivos establecidos, manteniendo una línea base en la negociación.
Mantener un pensamiento probabilístico para “ver el juego”.
Es fundamental reconocer que el mercado es un “gran juego” lleno de variables, donde no existen certezas de ganar siempre. Enfóquese en descubrir aquellas estrategias de trading que han sido probadas en la práctica y tienen una tasa de éxito considerable, deshágase de la obsesión por la perfección en cada operación única, acumule pequeñas victorias para lograr grandes éxitos, y consolide las ganancias a lo largo de múltiples rondas de trading.
Utilizar hábilmente la toma de ganancias en partes para “bloquear beneficios”.
Cuando el mercado le ofrezca un “ramo de olivo” de ganancias, evite la avaricia y busque tomar ganancias en partes, recolectando con decisión una porción de beneficios. De esta manera, no solo podrá aferrar parte de los resultados, sino también dejar un “margen psicológico” para futuras fluctuaciones, lo que también estabiliza la mentalidad de negociación.
Recuerde que el alma del trading radica en controlar rigurosamente el riesgo y actuar con determinación, no en obsesionarse por predecir el movimiento del mercado en el siguiente segundo. Deje de lado las obsesiones y abrace la adaptación, solo así podrá avanzar con determinación en el camino del trading.