En el gráfico, las velas representan el precio, y las velas registran fielmente las fluctuaciones de precios con cuatro precios (precio de apertura, precio de cierre, precio máximo, precio mínimo) según este patrón estable y ordenado, sin ninguna deformación ni alteración. Otros indicadores se derivan de las velas, desviándose más o menos de la esencia del comercio: ganar la diferencia de precios.
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Las velas también se dividen en diferentes períodos (gráfico semanal, diario, horario, de minutos, etc.), mientras que se ignora el proceso de cambio de precios entre el precio de apertura y el precio de cierre, solo se registran los precios máximos y mínimos del período. Su significado filosófico también es muy claro, es decir, comenzando desde el precio de apertura, sin importar si hay grandes fluctuaciones o calma, los verdaderos traders no se dejan llevar, el precio de cierre es el precio final por el que todos los participantes votan con su dinero.
La teoría de Dow también enfatiza observar el precio de cierre, el precio está continuamente disolviendo toda la información.
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El precio promedio, es decir, la “media móvil” representa el “costo promedio” de todos los participantes. Cuando la vela está por encima de la media móvil, indica que este activo es bastante buscado, y la probabilidad de aumento es alta; cuando la vela está por debajo de la media móvil, indica que este activo es bastante lento en ventas, y la probabilidad de caída es alta.
Quizás te preguntes, hay tantas medias móviles, ¿cuál utilizar como referencia? En realidad, cualquiera sirve, todas cumplen con esta regla.
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Para que la operación sea más estable, es mejor elegir una media móvil un poco más grande, como la media móvil de 150 días. Existen períodos de gráfico diario, semanal, horario, ¿cuál considerar como referencia? Para que la operación sea más estable, se recomienda elegir un período un poco más grande, como el período de 1 hora, o el período de 30 minutos. Los principiantes deberían elegir un período no inferior a 15 minutos, porque períodos demasiado cortos pueden generar ganancias rápidas, pero son difíciles de manejar. Si no se controlan bien las grandes subidas y bajadas, se puede sufrir un gran golpe.
