Fairshake PAC, la poderosa fuerza política de la industria de las criptomonedas, ha construido un cofre de guerra de más de 103 millones de dólares para influir en las elecciones intermedias de 2026.

La cifra, confirmada por la periodista de Fox Business Eleanor Terrett, incluye nuevas contribuciones de Ripple, Coinbase, a16z y fondos sobrantes del ciclo electoral anterior.

El CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, dejó claras las apuestas, llamando a Fairshake “el Super PAC bipartidista multi-candidato más exitoso en la historia de Estados Unidos” y anunciando una contribución adicional de 25 millones de dólares de su empresa para avanzar una agenda pro-cripto.

Fairshake recaudó la impresionante suma de 204 millones de dólares para las elecciones de 2024, convirtiéndose en uno de los principales actores en el gasto político. Las carreras clave del Senado y la Cámara vieron decenas de millones gastados en anuncios y apoyo a campañas para instalar candidatos que se alinearan con los objetivos de la industria de las criptomonedas.

Una de las mayores victorias fue en Ohio, donde Fairshake gastó 40 millones de dólares para destituir al senador Sherrod Brown, un demócrata y crítico vocal de las criptomonedas. Brown, como presidente del Comité Bancario del Senado, se interpuso en el camino de la legislación favorable a los activos digitales.

Fairshake respaldó a Bernie Moreno, un republicano que no ocultó su postura pro-cripto. La victoria de Moreno agregó un aliado crítico al Senado, dando a la industria de las criptomonedas una voz más fuerte en la configuración de marcos regulatorios.

La estrategia bipartidista de Fairshake también llamó la atención. Mientras gastaba mucho en republicanos como Moreno, el PAC no dudó en respaldar a demócratas en carreras clave. Ruben Gallego en Arizona y Elissa Slotkin en Michigan recibieron cada uno 3 millones de dólares en apoyo.

Los críticos, especialmente dentro del Partido Republicano, acusaron a Fairshake de traicionar a sus aliados al financiar candidatos que tradicionalmente se consideraban anti-cripto. Pero el PAC dejó claro: se trata de los problemas, no del partido.

La campaña del presidente Trump se inclinó fuertemente hacia la retórica amigable con las criptomonedas. Su promesa de destituir al presidente de la SEC, Gary Gensler, un enemigo de las criptomonedas, resonó profundamente dentro de la industria.

La administración también señaló planes para impulsar una legislación a favor de las criptomonedas y potencialmente cambiar el poder regulatorio de la SEC a agencias como la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC), que se considera más amigable con las criptomonedas.

Algunos republicanos creen que el enfoque bipartidista del PAC arriesgó alienar a los aliados del GOP que habían trabajado para construir relaciones con la industria de las criptomonedas.

Incluso dentro de la comunidad, hubo preguntas sobre las tácticas de Fairshake. Algunos criticaron su decisión de evitar mencionar directamente las criptomonedas en los anuncios, llamándolo una oportunidad perdida para educar a los votantes sobre los beneficios de la industria.

Otros lo vieron como un movimiento inteligente, reconociendo que el votante promedio podría no estar aún listo para adoptar una agenda cripto completamente abierta.

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