Tras la victoria de Trump, 261 representantes pro-cripto y 116 representantes anti-cripto componen la Cámara de Representantes de EE. UU., mostrando una fuerte mayoría de políticos a favor de las criptomonedas. En el Senado, hay 17 senadores pro-cripto y 12 que no están a favor.
Este cambio ha generado optimismo entre los inversores en criptomonedas, que ven la creciente postura pro-cripto en el Congreso como un posible impulso para regulaciones favorables o legislación relacionada con criptomonedas. Este apoyo político podría allanar el camino para un alivio regulatorio, creando una perspectiva positiva para los inversores.