El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se enfrenta a una nueva bestia económica. Después de meses de agonía sobre cuán rápido y hasta dónde bajar las tasas de interés, el plan de Powell fue secuestrado en el momento en que Donald Trump aseguró su regreso.

El presidente ha vuelto al poder y sus grandes ideas para la economía estadounidense han echado por la borda todas las predicciones sobre las tasas de interés. Los mercados financieros respondieron de inmediato: los rendimientos de los bonos del Tesoro se dispararon y el dólar subió, todo ello con la misma advertencia: inflación.

Los economistas lo dicen alto y claro: el regreso de Trump significa precios más altos. Los principales expertos del Deutsche Bank estiman ahora que la inflación básica se situará en torno al 2,5% para 2025, un aumento respecto del 2,2% que tenían en mente. No creen que la inflación se modere hasta finales de 2026, y eso sólo si las cosas van relativamente bien.

Las expectativas de inflación aumentan con las políticas de Trump

Entonces, ¿qué es exactamente lo que Trump está implementando? En primer lugar, aranceles generalizados. Estamos hablando de impuestos a la importación de bienes que harán subir los precios para los consumidores estadounidenses. Luego están los recortes de impuestos, lo que suena genial al principio, hasta que recuerdas que eso es echarle gasolina al fuego de la inflación.

Menos impuestos significa más dinero disponible circulando, alimentando la demanda y provocando alzas de precios. Además, la ofensiva de Trump contra la inmigración significa un mercado laboral más restringido, menos trabajadores y salarios más altos. Es una triple amenaza y los mercados ya están reaccionando.

Veamos las cifras: el Deutsche Bank prevé ahora una inflación básica del 2,5% hasta 2026, frente a su estimación anterior del 2,2%. Se trata de un gran salto, sobre todo teniendo en cuenta que el objetivo de inflación de la Reserva Federal se sitúa en el 2%. No se trata de un descuido menor: es el tipo de repunte que cambia todo el juego.

Los economistas dicen: “Un momento, esto significa que estamos estancando el avance de la inflación al menos durante los próximos dos años”. Y cuando el Deutsche Bank dice eso, la Reserva Federal escucha.

Ahora, hablemos de la estrategia de la Reserva Federal. Powell ha fijado la tasa de referencia de la Reserva Federal en un nivel bastante alto del 5%, y ya hay un recorte de 25 puntos básicos previsto para el jueves, con otro probable en diciembre. Pero no se sientan cómodos con estos recortes.

Deutsche, y toda una lista de otros, ahora están diciendo que la combinación de políticas fiscales de Trump podría obligar a la Fed a hacer una pausa. Todos los analistas están recortando sus pronósticos de recorte de tasas de la Fed para el próximo año. Powell se verá obligado a pensarlo dos veces antes de relajar aún más las tasas.

JPMorgan está a la cabeza de esta recalibración. Ya ha recortado sus proyecciones para los recortes de tasas en 2025 y ahora prevé una reducción de solo 50 puntos básicos para el primer semestre, por debajo de su estimación original de un punto porcentual completo.

Nomura Holdings está reduciendo aún más sus expectativas y espera solo un recorte el año que viene, una marcada reducción respecto de los cuatro que habían proyectado antes de la victoria de Trump. ¿Y qué tiene que decir Powell? Bueno, no esperes nada específico.

El tipo ha mantenido silencio sobre las tasas más allá del futuro inmediato, y con Trump nuevamente al mando, es aún menos probable que rompa su personaje y revele las intenciones de la Fed.

Los mercados globales reaccionan al dilema de la Fed

Y no es solo la Reserva Federal de Estados Unidos la que está en apuros. Los bancos centrales de todo el mundo observan el regreso de Trump con una mezcla de ansiedad y temor.

Cuando Washington estornuda, el resto del mundo se resfría, y esta vez no es diferente. Solo esta semana, alrededor de 20 bancos centrales, responsables de más de un tercio del PIB mundial, se preparan para decidir sobre los tipos de interés.

Ya se espera que los grandes actores como el Banco de Inglaterra y el Riksbank de Suecia recorten las tasas, preparándose para las consecuencias de las políticas de Trump. Europa también parece bastante preocupada.

El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, salió con fuerza y ​​dijo que la economía mundial está a punto de enfrentar shocks en el crecimiento y la inflación si Trump cumple con sus promesas arancelarias. La inflación y las tasas de interés más altas en Estados Unidos tienden a drenar el capital, especialmente de los mercados emergentes.