Caroline Ellison y Nishad Singh, dos ex altos ejecutivos envueltos en la saga de fraude de FTX y Alameda Research, se encontraron en lados diferentes del espectro de sentencias.

Caroline, ex directora ejecutiva de Alameda Research, fue condenada a dos años de prisión, mientras que Nishad, otra figura de alto rango, salió con libertad supervisada. El mismo escándalo, resultados diferentes. Esta es exactamente la razón por la que Caroline fue encerrada, mientras que Nishad pudo volver a casa.

La cooperación de Caroline y el veredicto del juez

Caroline se declaró culpable de múltiples delitos graves. Estaba en medio de los esquemas que finalmente destruyeron a FTX y quemaron miles de millones de dólares en fondos de clientes.

Cuando llegó el momento de afrontar las consecuencias, la defensa de Caroline intentó pintarla como una mujer atrapada en la influencia de Sam “SBF” Bankman-Fried, el ex novio que ideó el plan. Argumentaron que ella había sido empujada por él y no impulsada por la codicia. El tribunal no aceptó esa afirmación.

Su “cooperación” podría haberla salvado de una sentencia más dura, pero no pudo evitar que fuera a prisión. Caroline trabajó duro para llevarse bien con las autoridades. Su cooperación fue suficiente para que se reuniera con los fiscales casi 20 veces, revelando los detalles que llevaron a la caída de SBF.

Había admitido haber ayudado a desviar miles de millones de dólares de los fondos de los clientes, con la esperanza de que su información privilegiada le valiera algún tipo de gracia. El tribunal reconoció su cooperación. El juez Lewis Kaplan incluso la calificó de "notable", pero no la dejó ir con indulgencia.

Estar en la cima de Alameda significaba que Caroline tenía poder, lo que conllevaba una gran responsabilidad. El tribunal consideró que su nivel de participación era difícil de pasar por alto y la calificó de “gravemente culpable”.

La suave sentencia de Nishad y su singular colaboración

Por otra parte, Nishad Singh evitó por completo la cárcel y recibió tres años de libertad supervisada. Nishad, que también se había declarado culpable de muchos cargos, también era crucial para las operaciones de FTX, pero su equipo legal presentó una historia diferente.

Argumentaron que Nishad había estado bajo presión constante por parte de sus superiores y que estaba genuinamente arrepentido.

Él también proporcionó información a las autoridades, exponiendo otras conductas delictivas dentro de FTX que no habían salido a la luz antes. Sus esfuerzos condujeron a la recuperación de algunos activos, algo que jugó muy a su favor.

Los abogados de Nishad insistieron en la idea de que su cooperación sentaría un precedente y animaron a otros a presentarse en futuros casos financieros si pensaban que podrían obtener la misma indulgencia. Esta estrategia parece haber funcionado.

La cooperación de Nishad se percibió como más completa y más sincera. Fue suficiente para convencer al juez, que vio su papel como más “influenciado” que responsable. Esa línea de defensa lo pintó como menos responsable, menos autónomo y mucho menos culpable que Caroline, según el tribunal.

Luego está la cuestión de la “culpabilidad”. El tribunal consideró que el puesto de Caroline en Alameda Research era poderoso y decisivo, algo que la hacía más directamente responsable. Sin embargo, se consideró que Nishad desempeñaba un papel, pero no uno que le permitiera ejercer el control.

El argumento de su defensa sobre su papel “menos autónomo” funcionó a su favor, mientras que los intentos de Caroline de afirmar que estaba actuando bajo la influencia de Bankman-Fried no se sostuvieron ante el tribunal.

El sistema de justicia estadounidense y las sentencias por fraude

En Estados Unidos, las sentencias en casos de fraude de alto perfil como este suelen depender de factores individuales como la cooperación y la culpabilidad. Eso no significa que las pautas sean inamovibles. Los jueces pueden analizar estos casos a través de una lente humana y decidir lo que consideran justo.

Caroline y Nishad se declararon culpables, una medida que suele hacer que los jueces sean más indulgentes. Una declaración de culpabilidad suele demostrar que el acusado está dispuesto a colaborar con las autoridades. Y en este caso, tanto Caroline como Nishad ofrecieron información crucial.

Sin embargo, el nivel de culpabilidad de Caroline era mayor que el de Nishad, al menos a ojos del juez Kaplan. Su posición, su papel y sus decisiones, todo ello amplificado por su título de directora ejecutiva, hacían inevitable una sentencia de prisión.

Para Nishad, su posición era importante, pero no decisiva en el gran esquema. Era influyente, sí, pero no era él quien tomaba las decisiones. El juez lo veía como parte de la maquinaria, no como el conductor.

Otros ejecutivos de FTX también enfrentan consecuencias legales, y sus destinos están igualmente ligados a sus roles y niveles de cooperación.

  • Sam Bankman-Fried: Como fundador de FTX, recibió una asombrosa sentencia de 25 años de prisión por fraude y conspiración. Su juicio mostró una mala gestión generalizada de los fondos de los clientes, la base del colapso de FTX. Desde entonces, ha presentado una apelación, argumentando que el sesgo de los medios y del público arruinó sus posibilidades de un juicio justo.

  • Ryan Salame: Ex codirector ejecutivo de FTX Digital Markets, Salame terminó con una condena de 90 meses (7,5 años) de prisión por su participación en violaciones a las normas de financiación de campañas. Afrontó las consecuencias tras admitir haber mentido sobre su acuerdo de culpabilidad, lo que expuso otra capa de fraude relacionada con las consecuencias de FTX.

  • Gary Wang: El exdirector de tecnología y cofundador de FTX, Wang, todavía está esperando su sentencia. Él también cooperó con los fiscales, pero aún está por verse si su cooperación garantizará un castigo más leve.

Llamamiento de SBF

Tras su condena, el equipo legal de SBF presentó una apelación, alegando que se le había negado un juicio justo. La apelación sostiene que los medios de comunicación lo pintaron como culpable incluso antes de que se presentaran todos los cargos.

Sus abogados sostienen que este sesgo afectó el juicio, distorsionando la perspectiva del jurado. La defensa también alega que Kaplan tenía prejuicios, acusándolo de ridiculizar a Bankman-Fried y presionar al jurado para que llegara a un veredicto rápidamente. Exigen un nuevo juicio con un juez diferente, con la esperanza de que haya imparcialidad.

Para echar más leña al fuego, el equipo insiste en que hay nuevas pruebas que sugieren que FTX no era realmente insolvente en el momento de su quiebra. Argumentan que había activos que podrían haberse utilizado para reembolsar a los clientes, una versión que no se presentó durante el juicio.