Rockdale, una pequeña ciudad de Texas, atravesó un desastre económico en 2008. La planta de aluminio de Alcoa, que alguna vez fue el mayor empleador de la ciudad, cerró debido al aumento de los costos de la energía y a nuevas regulaciones.

La planta, inaugurada en 1952, había sido la columna vertebral de la economía de Rockdale durante décadas, proporcionando empleos e ingresos fiscales.

Cuando cerró, desaparecieron cientos de puestos de trabajo y las familias se vieron obligadas a marcharse. La base impositiva de la ciudad se desmoronó, afectando a servicios públicos como escuelas y parques. Parecía que Rockdale había tocado fondo.

El papel de Bitcoin en la recuperación de Rockdale

La suerte de Rockdale cambió cuando Bitcoin entró en escena. La misma infraestructura energética que dejó Alcoa se convirtió en el escenario perfecto para la minería de Bitcoin.

Las subestaciones y las líneas de transmisión todavía estaban en su lugar, proporcionando la energía barata y abundante que necesitaban los mineros de Bitcoin.

No pasó mucho tiempo para que las empresas mineras de Bitcoin llegaran y comenzaran a establecer operaciones, dándole nueva vida a Rockdale.

Al principio, había mucho escepticismo sobre Bitcoin. El alcalde Ward Roddam dijo: “No estaba seguro de estos mineros. ¿Habían llegado para quedarse? ¿Bitcoin era siquiera real?”

Como muchos en Texas, tenía sus dudas. Sin embargo, después de años de trabajar en estrecha colaboración con la industria, vio de primera mano los beneficios que traía consigo la minería de Bitcoin.

En una ciudad que había perdido su principal motor económico, los mineros de Bitcoin llegaron y comenzaron a crear puestos de trabajo.

Cientos de personas fueron empleadas en puestos de calificación media, lo que les dio a los residentes la oportunidad de ganar dinero sin salir de Rockdale.

Las empresas mineras invirtieron más de mil millones de dólares en la ciudad, lo que fue una gran inversión para un lugar que había perdido tanto. Se convirtieron en unos de los mayores contribuyentes del condado de Milam, y contribuyeron en gran medida al distrito escolar local y a otros servicios públicos.

Según se informa, estas empresas de Bitcoin también donaron a causas locales, desde becas hasta programas deportivos juveniles. Apoyaron a los departamentos de policía y bomberos, patrocinaron eventos comunitarios e incluso respaldaron la iluminación anual del árbol de Navidad.

“¿Son estas las acciones de gente a la que no le importa la zona rural de Texas? No”, dijo Roddam. “Muchos empleados son oriundos de Rockdale y están comprometidos con el futuro de su ciudad natal”.

Texas se ha convertido en un centro para la industria de las criptomonedas. Hay más de 22.000 personas empleadas por empresas de minería de Bitcoin en todo Texas, y las cifras están creciendo.

Se espera que comunidades como Corsicana experimenten los mismos beneficios económicos que Rockdale ha visto.

Riot Platforms está construyendo una instalación de última generación en Corsicana. Se espera que esta instalación se convierta en uno de los empleadores más importantes del condado de Navarro y genere cientos de puestos de trabajo.

También podría generar 1.400 millones de dólares en compras gravables y más de 115 millones de dólares en salarios durante la próxima década. Este tipo de inversión es exactamente lo que la zona rural de Texas necesita para impulsar su recuperación económica.

No todo el mundo ve la minería de Bitcoin de forma positiva. Algunos legisladores de Texas sostienen que los mineros de Bitcoin no crean suficientes puestos de trabajo para justificar su consumo de energía.

El alcalde Roddam no está de acuerdo y señala la experiencia de Rockdale como prueba.

“Algunos han sugerido que los mineros de Bitcoin crean muy pocos puestos de trabajo, pero mi experiencia como alcalde contradice eso”.

La realidad es que la minería de Bitcoin se ha convertido en una de las industrias de más rápido crecimiento en Texas.