¡El mundo está en llamas! Y si algo no tolera el mercado es la incertidumbre. Por el momento, el mercado está a la espera de cuál será la respuesta de Israel a los ataques de Irán. Estamos acostumbrados a las amenazas de los sionistas y, aunque el secretario de Estado de los EE.UU., Antony Blinken, un día antes de los ataques contra Israel prometió ir hasta el final a favor de Israel, después de los ataques cambió totalmente su narrativa, pidiendo ponderación de ambas partes, lo cual sorprende.

Así que, mis queridos amigos, la bolsa, representada en la figura de un viejo cruel y codicioso en el imaginario colectivo de los países de América por Ebenezer Scrooge, el protagonista de la novela de Charles Dickens, que como decía en un artículo anterior, lo describe como un hombre de corazón duro, egoísta y al que le disgusta la Navidad. Pues Ebenezer Scrooge (el mercado) está pacientemente sentado frente a una chimenea para saber qué sucederá. Todo apunta a que será un Octubre Rojo, sencillamente porque hay mucha pólvora y uranio enriquecido en el ambiente. Aun así, algunas mentes frías están intentando evitar una confrontación directa entre los EE.UU. y Rusia. Y créanme, una vez comenzada la guerra entre la OTAN y el eje Rusia-Irán-Corea del Norte, se cumplirá al pie de la letra lo dicho por el expresidente ruso, Dmitri Medvédev, quien alertó el viernes que “los pequeños estados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que quieren atacar a Rusia, deberían saber que el artículo 5 del Tratado de Washington, que estipula la defensa colectiva en caso de ataque militar contra cualquier país miembro, no es efectivo contra las armas nucleares tácticas”.

“Cuanto más ridículo es un Estado, mayor es la arrogancia de cada uno de sus locos dirigentes. No hay mucho que comentar aquí, porque cuando se hacen tales declaraciones, la gente debería tener en cuenta solo una cosa: en el caso, por ejemplo, de que Rusia utilice armas nucleares tácticas, no quedará más que una mancha húmeda de los Estados individuales que hagan tales ataques contra Rusia”.

Así que solo nos queda, junto al viejo mercado Ebenezer Scrooge, esperar si la guerra tanto en Europa como en el Medio Oriente escalará o habrá una tregua que le permita a los mercados bursátiles ver qué dirección tomar. Quien se atreva a predecir lo que vendrá en los próximos días u horas, se atreve a ser tildado como lo fui yo de pesimista o al mismo tiempo de superoptimista y obligar a la gente a invertir en semejante situación de incertidumbre. Los que se quedaron atrapados en algunas posiciones, a esta hora es tarde para vender en pérdidas. Estén atentos a la situación geopolítica mundial, que es la única que mantiene a los mercados bursátiles a la espera. Que nos ayude Dios. Recemos los creyentes y que mediten los ateos.

Jorge Ferrer

Licenciado en Administración de Empresas