OpenAI podría transformarse en una empresa con fines de lucro, pero el proceso es complejo y Elon Musk ha criticado duramente la medida, generando dudas sobre su legalidad. Sin embargo, los expertos legales sostienen que es factible, aunque complicado.
Veamos todos los detalles a continuación.
Elon Musk critica el plan de OpenAI de convertirse en una empresa con fines de lucro
En los últimos días, una polémica sacude al mundo tecnológico. OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, está considerando una transformación radical: pasar de ser una organización sin fines de lucro a una empresa con fines de lucro.
Esta posibilidad, de la que informaba Reuters el pasado 25 de septiembre, ha llamado la atención de numerosas personalidades del sector. En particular, la de Elon Musk, empresario y cofundador de OpenAI, que ha criticado abiertamente el plan, calificándolo de ilegal. Pero, ¿es realmente así?
El 26 de septiembre, Musk utilizó la plataforma X (antes conocida como Twitter) para argumentar que “no se puede simplemente convertir una organización sin fines de lucro en una organización con fines de lucro”.
Musk ha definido la medida como “ilegal”, lo que ha alimentado un acalorado debate sobre la viabilidad real de dicha transición. Sin embargo, la realidad podría ser más matizada de lo que sugiere el magnate tecnológico.
Según varios expertos legales, la ley de California permite la conversión de una corporación sin fines de lucro en una corporación con fines de lucro, aunque no se permite una transición directa a una compañía de responsabilidad limitada (LLC).
Todo el proceso requiere la modificación o reformulación de los estatutos de la sociedad, un paso legal complejo pero posible.
Una vez que una empresa sin fines de lucro se transforma en una sociedad anónima, puede seguir los procedimientos previstos por la ley para reestructuraciones posteriores, como la conversión en una LLC.
Jeremy Hogan, abogado y figura destacada del sector legal, ha confirmado que, aunque el proceso es complicado, no está prohibido por la ley.
“Es posible, pero representa un verdadero desafío burocrático”, comentó Hogan en respuesta a las dudas planteadas por Musk.
Incluso ChatGPT, el chatbot desarrollado por OpenAI, dio una respuesta similar, explicando que la transformación de una organización sin fines de lucro a una con fines de lucro requiere una serie de requisitos legales, incluidas implicaciones fiscales y aprobaciones formales.
La visión de OpenAI
OpenAI se fundó en 2015 en San Francisco como una organización sin fines de lucro, con el objetivo de desarrollar inteligencia artificial (IA) avanzada para el “beneficio de la humanidad”.
Entre sus fundadores se encuentran figuras tan destacadas como Sam Altman, Elon Musk, Ilya Sutskever y Greg Brockman. Sin embargo, en los últimos años, la organización ha barajado la idea de convertirse en una empresa con ánimo de lucro para acelerar sus desarrollos tecnológicos.
Según fuentes, la posible reestructuración aún no es oficial, pero OpenAI está considerando seriamente la posibilidad de transformarse en una “corporación de beneficio público” (PBC).
Es decir, una empresa con fines de lucro que, si bien tiene objetivos comerciales, mantiene una misión de impacto social.
La empresa ya cuenta con una división con fines de lucro donde trabajan la mayoría de sus empleados, mientras que la junta directiva permanece bajo el control de la parte sin fines de lucro.
Esta configuración podría facilitar la transición hacia una estructura con fines de lucro más establecida.
En una declaración enviada a Reuters el 26 de septiembre, OpenAI confirmó que su misión de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de todos permanece intacta y que la organización sin fines de lucro seguirá existiendo.
Sin embargo, agregó que están trabajando con su junta directiva para determinar la mejor estrategia para el futuro.
El papel de Elon Musk
Elon Musk, cofundador de OpenAI, ha expresado durante mucho tiempo su descontento con la dirección tomada por la organización.
En 2024, Musk presentó una demanda contra OpenAI y su director ejecutivo, Sam Altman, acusándolos de traicionar la misión original de desarrollar inteligencia artificial para el bien de la humanidad y no con fines de lucro.
Aunque Musk retiró la demanda en junio, reavivó sus críticas en agosto de 2024, acusando una vez más a OpenAI de violar sus principios iniciales.
Según David Lesperance, fundador de Lesperance and Associates, Musk ve a OpenAI como un competidor potencial.
Lesperance observó que las afirmaciones de Musk sobre la legalidad de la transición de una organización sin fines de lucro a una con fines de lucro deben tomarse “con una buena dosis de escepticismo”.
OpenAI, según él, probablemente ya ha obtenido fuertes opiniones jurídicas para apoyar su reestructuración.
En cualquier caso, si OpenAI decidiera proceder con la transición, esto podría allanar el camino para una oferta pública inicial (IPO) en el futuro.
Actualmente, la valoración de la compañía podría alcanzar los 150.000 millones de dólares después de la reestructuración, según Reuters.
Sam Altman, el CEO de OpenAI, recibiría por primera vez un paquete de acciones de la nueva entidad con fines de lucro, otra señal de que la transición podría ser inminente.
A pesar de las preocupaciones de Musk y otros críticos, muchos analistas creen que la transformación de OpenAI en una empresa con fines de lucro puede ser inevitable.
Especialmente considerando el rápido crecimiento de la industria de la inteligencia artificial y la necesidad de una financiación cada vez más sustancial para mantenerse al día con el ritmo de la innovación.