El expresidente estadounidense Donald Trump acaba de hacer una parada no programada en Pubkey, un bar con temática de Bitcoin en Greenwich Village, Manhattan, justo al lado de la Universidad de Nueva York, donde su hijo, Barron Trump, acaba de empezar a ir.

Fue parte de su apretada agenda de campaña antes de un mitin en Long Island. El director ejecutivo de Pubkey, Thomas Pacchia, calificó la experiencia de recibir a Trump como “increíble”.

Numerosos simpatizantes y manifestantes se congregaron frente al bar. Los vecinos, que claramente no eran seguidores de la cantante, pusieron a todo volumen la música de Taylor Swift desde sus ventanas mientras Trump pasaba en coche.

Fue un ataque a los intentos fallidos de Trump de obtener el apoyo de Taylor, quien en su lugar apoyó a Kamala Harris, lo que, como se puede imaginar, no le sentó muy bien.

Mientras estaba en el bar, Trump también reaccionó a la decisión de la Reserva Federal de recortar las tasas de interés en 50 puntos básicos hoy más temprano.

La tasa ahora se sitúa entre el 4,75% y el 5%, el primer recorte desde que la Fed comenzó a aumentarlas agresivamente para combatir la inflación pospandémica.

Trump dijo que el recorte muestra que “la economía está muy mal” o que la Fed está “jugando a la política”. El recorte, según él, significa que hay problemas más profundos con la economía de los que la Fed está admitiendo.

Recientemente anunció el lanzamiento de su nueva empresa en World Liberty Financial, un negocio centrado en criptomonedas que aún es vago pero que ya plantea preocupaciones éticas.

El lunes, lo hizo oficial al decir que “las criptomonedas son algo que tenemos que hacer”, durante una transmisión en vivo con sus dos hijos y el multimillonario Steve Witkoff.

Trump quiere reducir las normas en torno a las criptomonedas. Ha sido bastante abierto al respecto y ha criticado a la SEC por ser “hostil” hacia la industria.

World Liberty Financial se está preparando para lanzar su propio token criptográfico, WL, con grandes promesas de libertad financiera y la menor supervisión gubernamental posible.

Mientras tanto, el FBI ha publicado algunas cifras preocupantes sobre el fraude con criptomonedas. Solo en 2023, los estadounidenses perdieron 5.600 millones de dólares en estafas con criptomonedas, un aumento enorme, un 45 % más que el año anterior.

Los delincuentes se aprovechan del funcionamiento de las criptomonedas para cometer robos, fraudes y lavado de dinero. Según el informe, la mayoría de las víctimas eran inversores, que representaron el 71% de las pérdidas.

El sitio web de su empresa lo muestra hablando en un podio, prometiendo libertad financiera sin interferencia del gobierno. Sin embargo, los críticos no están convencidos.

Creen que una menor regulación podría conducir a un aumento de la delincuencia, no a una menor. Y si Trump vuelve al poder, será interesante ver cómo aborda estas cuestiones.