En 2014, Trevor Milton fue el hombre que prometió revolucionar la industria del transporte por carretera valuada en un billón de dólares.

En 2020, fue reconocido como un visionario y apareció en la lista 30 Under 30 de Forbes con su empresa de camiones propulsados ​​por hidrógeno, Nikola, valorada en la asombrosa suma de 34 mil millones de dólares.

Pero avancemos rápidamente hasta 2024, y Trevor Milton está tras las rejas, con su sueño en ruinas y su reputación destrozada.

El viaje de Milton comenzó con declaraciones audaces sobre el gran avance de Nikola en los camiones propulsados ​​por hidrógeno. Presentó con orgullo el camión Nikola One como el futuro del transporte limpio y se jactó de que estaba listo para salir a las carreteras. Los principales actores de la industria se entusiasmaron con su visión.

BP prometió 750 millones de dólares, Bosch aportó 2.800 millones y General Motors firmó una asociación por 2.000 millones. Estos acuerdos de alto perfil le dieron a Nikola la credibilidad que necesitaba, catapultando su valoración a 34.000 millones de dólares a mediados de 2020. El carisma y el optimismo implacable de Milton parecían imparables.

Pero debajo de todo ese revuelo se estaba gestando algo más oscuro.

En septiembre de 2020, la ilusión empezó a desmoronarse cuando Hindenburg Research lanzó una bomba. Su mordaz informe, titulado "Nikola: Cómo aprovechar un océano de mentiras para asociarse con el mayor fabricante de equipos originales de Estados Unidos", expuso a la empresa como lo que realmente era: una empresa construida sobre el engaño.

La investigación reveló que Nikola no tenía prototipos que funcionaran. Milton había preparado videos que mostraban al camión rodando cuesta abajo, engañando a los inversores y al público. Incluso los supuestos avances en baterías provenían de una empresa fraudulenta.

El otrora glorificado CEO renunció en medio de la reacción negativa, pero eso no fue suficiente para salvarlo.

En julio de 2021, Milton se enfrentó a graves cargos: fraude electrónico y fraude de valores. Las autoridades lo atraparon. Y en octubre de 2022, un jurado lo declaró culpable de tres cargos de fraude. En diciembre de 2023, fue sentenciado a cuatro años de prisión, multado con un millón de dólares y dejado solo para ver cómo su otrora próspera empresa luchaba sin él.

Mientras tanto, Nikola Motors sigue avanzando a paso lento.

En la primera mitad de 2024, lograron vender al por mayor 112 camiones de pila de combustible de hidrógeno y anunciaron planes para abrir 14 nuevas estaciones de servicio de hidrógeno HYLA para fin de año. Pero a pesar de estos esfuerzos, el daño ya estaba hecho. El precio de las acciones de Nikola se ha desplomado un 84,39% desde sus máximos de 2016.

La caída en desgracia de Trevor Milton sirve como advertencia en el mundo de los negocios: un visionario que alguna vez fue celebrado y que dejó que la ambición y el engaño lo cegaran. Mientras Nikola Motors sigue luchando por su relevancia, la industria nunca olvidará al hombre que casi la derrumbó con mentiras y falsas promesas. Milton puede haber creído en el poder de la visión, pero al final demostró que ninguna exageración puede ocultar la verdad.